GINEBRA, 6 Mar. (Reuters/EP) -
Ataques aéreos de Rusia y la coalición liderada por Estados Unidos causaron muertes a gran escala de civiles en Siria el año pasado, mientras que el Gobierno sirio perpetró ataques químicos ilegales en el bastión rebelde de Ghuta Oriental, según han denunciado este martes investigadores de crímenes de guerra de la ONU.
Asimismo, combatientes de Estado Islámico y otros grupos insurgentes cometieron crímenes de guerra, incluidas ofensivas letales contra civiles y su utilización como escudos humanos, han sostenido los investigadores en su último informe, que cubre seis meses, hasta el 15 de enero.
Durante este periodo, "las víctimas del conflicto sirio han sufrido mucho, ya que la violencia volvió a aumentar hasta nuevos máximos en todo el país", ha señalado la Comisión de Investigación de la ONU para Siria. "Las fuerzas del Gobierno (sirio) siguieron usando armas químicas contra grupos armados en Ghuta Oriental", ha añadido.
Entre otros hallazgos clave, ha indicado que un ataque aéreo de "un avión ruso de ala fija" que usó armas no guiadas impactó el pasado noviembre sobre un mercado, matando al menos a 84 personas en Atareb, al oeste de Alepo, en una "zona de distensión" declarada por Rusia, Irán y Turquía.
La comisión de investigación no halló pruebas de que el ataque ruso estuviera dirigido de forma deliberada contra el mercado, pero ha señalado que "podría equivaler al crimen de guerra de lanzar ataques indiscriminados resultantes en muertes y heridas a civiles", la primera vez que se implica de forma explícita a Moscú en posibles crímenes de guerra.
Además, tres ataques de la coalición liderada por Estados Unidos en una escuela cerca de Raqqa en marzo de 2017 acabaron con la vida de 150 residentes, unas cinco veces más de lo reconocido por el Pentágono, que dijo en su día que habían muerto decenas de milicianos y no civiles.
Los investigadores de la ONU no hallaron pruebas de la presencia de combatientes de Estado Islámico en el lugar y han dicho que la coalición liderada por Washington violó el Derecho Internacional al incumplir su tarea de proteger a los civiles.
El informe está basado en 500 entrevistas confidenciales realizadas con víctimas y testigos en el extranjero o en Siria a través de redes sociales. El Gobierno sirio nunca ha permitido la entrada del equipo que encabeza el brasileño Paulo Pinheiro al país.