MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Irak ha celebrado este domingo por vez primera su nueva fiesta nacional, con un desfile militar presidido por el primer ministro del país, Haider al Abadi, para conmemorar el final del autoproclamado califato de la organización terrorista Estado Islámico.
Sin embargo, la precaria situación de seguridad del país es una tara que todavía pervive en los momentos de celebración. El desfile se ha desarrollado entre extremas medidas de seguridad, circunscrito al área más segura de la capital, la Zona Verde, y el acceso a los medios se ha limitado únicamente a los medios oficiales.
Con todo, los bagdadíes han podido ver y escuchar el sonido de los aviones y de los helicópteros del Ejército por los cielos de la capital iraquí, mientras las escasas fotos divulgadas mostraban al primer ministro saludando a la población antes de dirigirse al palco de autoridades.
"Irak ha derrotado a los yihadistas a través de nuestra unidad y de nuestra determinación", ha dicho el primer ministro durante su anuncio de proclamación de este día festivo, que se celebrará todos los años para conmemorar tres años de dominio territorial de la organización terrorista en algunas de las ciudades más importantes del país.
Queda por ver ahora qué sucederá cuando la organización terrorista termine de asumir su nueva realidad y oriente su actividad a los atentados suicidas a través de células durmientes, como apuntan los expertos.
A la espera de ello, el desfile de hoy ha supuesto una apreciación de las grandes fuerzas gubernamentales que han combatido contra la organización durante estos últimos tres años: el Ejército iraquí, la Policía federal y su servicio antiterrorista, así como las milicias Al Hashd al Shaabi -- las conocidas como Fuerzas de Movilización Popular --, que han encabezado la marcha, según han podido confirmar testigos y fuentes de seguridad al portal Iraqui News.