MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Irak, Hoshiar Zebari, ha expresado este martes el respaldo de Bagdad a las autoridades de transición de Egipto en sus "esfuerzos por garantizar la seguridad y la paz" en el país, según la agencia iraquí de noticias NINA.
Zebari se ha expresado en la misma línea que el primer ministro, Nuri al Maliki, quien afirmó el domingo que su Ejecutivo apoya las medidas del Gobierno egipcio "para imponer la supremacía de la ley". Asimismo, hizo un llamamiento al diálogo y al fin de la violencia.
"Vemos los acontecimientos que están teniendo lugar en el país a nivel de seguridad, que se han saldado con muchas víctimas, como una conspiración destinada a dañar la voluntad de la población", manifestó.
De esta forma, Bagdad se une a los gobiernos de Arabia Saudí, Jordania, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos (EAU) en su respaldo al actual Gobierno interino del país en el marco de la crisis política desatada tras el desalojo forzoso de las acampadas que protagonizaban miles de seguidores del expresidente Mohamed Mursi, que se saldó con al menos 600 fallecidos, según el balance oficial, si bien Hermanos Musulmanes elevó la cifra de víctimas hasta los 4.500.
En este sentido, Amán, Manama y Abu Dabi aplaudieron los comentarios vertidos el viernes por el rey Abdulá de Arabia Saudí, quien hizo un llamamiento a todos los árabes a permanecer unidos contra los "intentos de desestabilizar" Egipto.
En un mensaje emitido por la televisión estatal, el monarca saudí aseguró que tanto el Gobierno como la población de Arabia Saudí "estuvieron y están junto a sus hermanos de Egipto contra el terrorismo".
"Hago un llamamiento a los hombres honestos de Egipto y las naciones árabes y musulmanas para permanecer como un solo hombre y un solo corazón ante los intentos de desestabilizar un país a la vanguardia de la historia árabe y musulmana", afirmó el rey Abdulá.
Arabia Saudí era un aliado cercano al expresidente egipcio Hosni Mubarak y ha tenido una complicada relación a lo largo de la historia con la formación islamista Hermanos Musulmanes. Tras el derrocamiento de Mursi aprobó un paquete de ayuda para Egipto de 5.000 millones de dólares (más de 3.900 millones de euros).
Hermanos Musulmanes y sus aliados han acusado a las nuevas autoridades de acceder al poder a través de un golpe de Estado militar y de lanzar una campaña de represión contra los movimientos islamistas.
Entre las medidas más criticadas adoptadas por el nuevo Gobierno está el restablecimiento por parte del Ministerio del Interior de las funciones de lucha contra el extremismo y control de las actividades políticas y religiosas, suspendidas tras la revuelta que puso fin en 2011 al Gobierno del expresidente Hosni Mubarak.