MADRID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irak ha asegurado que las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), que integran a varias milicias proiraníes y que están integradas en las fuerzas de seguridad iraquíes, no han estado implicadas en los recientes ataques contra una cadena de restaurantes estadounidense en la capital, Bagdad, en medio de los llamamientos al boicot contra Washington por su apoyo a la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza.
El Ministerio de Exteriores iraquí ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que "los ataques perpetrados contra algunos restaurantes fueron llevados a cabo por grupos de criminales y no representan de ninguna forma a las FMP".
Así, ha tildado de "inexactas" las declaraciones por parte del portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, quien mostró la "preocupación" de Washington sobre el hecho de que "miembros de las FMP no respondan al comandante en jefe en Irak (el primer ministro, Mohamed Shia al Sudani) y lleven a cabo actividades violentas y desestabilizadoras en Irak y Siria".
Por ello, el Ministerio de Exteriores iraquí ha recalcado que "las FMP cumplen totalmente con las leyes iraquíes y siguen las órdenes y directrices del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas". "Los implicados en estos incidentes harán frente a medidas administrativas y disciplinarias", ha zanjado.
Durante las últimas semanas se han registrado varios ataques por parte de personas no identificadas contra empresas occidentales, entre ellas dos restaurantes de la cadena de comida rápida estadounidense Kentucky Fried Chicken (KFC), la empresa estadounidense Caterpillar y el Instituto Cambridge, sucesos que se han saldado con daños materiales, pero sin víctimas.
Estos asaltos son parte de los llamamientos al boicot y el ataque contra empresas de Estados Unidos por la ofensiva de Israel contra Gaza, lanzada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra territorio israelí, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
La ofensiva de Israel ha dejado hasta la fecha más de 37.200 palestinos muertos, según los datos facilitados por las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, a los que se suman cerca de 520 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos desde el 7 de octubre en Cisjordania y Jerusalén Este.