Bagdad se muestra "totalmente dispuesto" a trabajar para lograr expulsar al PKK de su territorio
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irak ha reclamado a Naciones Unidas que apruebe una resolución para forzar la retirada de militares de Turquía del norte del país, tras la muerte de nueve turistas iraquíes la semana pasada en un ataque achacado a Ankara, que se ha desvinculado de lo sucedido y ha apuntado como responsable al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El ministro de Exteriores iraquí, Fuad Hussein, ha denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el ataque supuso "una flagrante agresión por parte del Ejército turco contra civiles inocentes" y ha subrayado que supone "una agresión militar contra la soberanía, seguridad e integridad territorial de Irak", según ha recogido la agencia iraquí de noticias INA.
Así, ha solicitado al organismo internacional la citada resolución y ha recordado que la presencia de tropas turcas en la región semiautónoma del Kurdistán es "ilegal", dado que no cuenta con la aprobación del Gobierno iraquí ni se enmarca en un acuerdo de seguridad. En este sentido, ha advertido de que la presencia de militares turcos en esta zona del país aumentará la inestabilidad.
Hussein ha pedido además al Consejo de Seguridad de la ONU una "condena firme" del ataque contra el resort turístico en Zajo y ha subrayado la importancia de que los responsables de este "acto atroz" rindan cuentas, al tiempo que ha apostado por crear una comisión internacional independiente para investigar esta "agresión".
En esta línea, ha pedido que la situación entre Irak y Turquía sea incluida en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU ante las "repetidas violaciones por parte de Turquía" durante los últimos años y ha recordado que estas operaciones han causado víctimas entre "iraquíes indefensos", por lo que ha reclamado además el pago de compensaciones por parte de Ankara.
El ministro de Exteriores iraquí ha destacado además que Bagdad está "totalmente dispuesto" a trabajar con la ONU y otros países para lograr expulsar de su territorio al PKK y ha reconocido que "su presencia causa inseguridad y crea inestabilidad en Irak".
Sin embargo, ha explicado que "el Gobierno de Irak rechaza la postura de Turquía de exportar sus asuntos internos a Irak". "La solución de estos problemas no debe ser a expensas de Irak", ha dicho, antes de destacar que las autoridades iraquíes se coordinan con las fuerzas del Kurdistán iraquí "para adoptar las medidas necesarias para combatir a las organizaciones armadas y terroristas".
"Sin duda escucharemos de parte de Turquía muchas justificaciones ilegales sobre la presencia de las fuerzas militares de su país en territorio iraquí, citando argumentos infundados relacionados con un problema interno de Turquía vinculado con el PKK y las afirmaciones sobre un acuerdo con Irak que permite la presencia militar turca", ha criticado, antes de insistir en que este despliegue "viola la Carta de la ONU".
"Debido a esta situación, afirmamos ante toda la comunidad internacional (...) que no hay acuerdo de seguridad entre Irak y Turquía que permita a las fuerzas turcas penetrar en territorio iraquí para actuar contra el PKK, pese a la insistencia de Turquía sobre la existencia del mismo", ha destacado Hussein, que ha añadido que el ataque contra Zajo "es la prueba tangible de que Turquía sigue ignorando las peticiones de Irak para detener sus continuas violaciones militares de la soberanía de Irak".
Por ello, ha advertido de que "la continuación del comportamiento agresivo del Ejército turco podría derivar en consecuencias inimaginables, en medio de un malestar popular masivo que va desde el sur hasta el norte de Irak". "Destacamos que esta postura sólo causará pérdidas a todo", ha zanjado.
Turquía anunció a mediados de abril el inicio de una nueva ofensiva contra el PKK en el Kurdistán iraquí, en el norte de Irak, lo que fue descrito por Bagdad como una "amenaza a la seguridad nacional", dado que las operaciones no estaban siendo coordinadas. El Ejército turco también realiza recurrentemente operaciones militares contra el PKK y sus aliados en el norte de Siria desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015.