MAJMUR (IRAK), 15 (Reuters/EP)
Estado Islámico está retirándose de algunos territorios iraquíes y concentrando sus fuerzas en Mosul, la tercera ciudad más grande del país, ante la inminente ofensiva del Ejército de Bagdad para reconquistarla. Mientras, algunos milicianos de negro desertan de la organización, ha afirmado el jefe de operaciones en Nínive.
"La operación para liberar la provincia de Nínive se realizará por etapas", ha señalado el general Najm al Jubbouri. "Actualmente, estamos esperando la orden del comandante en jefe para dar el primer paso", ha añadido.
Mosul, donde vivían cerca de dos millones de personas antes de ser conquistada por Estado Islámico en una ofensiva relámpago en 2014, es de lejos la mayor ciudad controlada por la organización yihadista tanto en Irak como en Siria. Una ofensiva iraquí para recuperar la urbe, respaldada por una coalición liderada por Estados Unidos, podría convertirse en el mayor contraataque orquestado contra el grupo terrorista hasta el momento.
Fuentes militares kurdas e iraquíes han explicado que los primeros movimientos se desarrollarán hacia el oeste, desde el distrito de Majmur al pueblo de Qayyara en el río Tigris, con el objetivo de cortar la arteria que comunica Mosul con los territorios de Estado Islámico en el este y en el sur.
Todavía no se ha fijado una fecha concreta para el ataque, que según Jubbouri está ligada al progreso de las operaciones militares en el valle del Éufrates --donde las fuerzas iraquíes están obligando a replegarse a los milicianos islamistas tras expulsarlos de la capital provincial, Ramadi, en diciembre de 2015--.
SIN RESISTENCIA
Mientras las fuerzas iraquíes se dirigen a Mosul, el jefe de operaciones ha destacado que no espera encontrar demasiada resistencia dado que los habitantes del sur de la ciudad están cansados de los milicianos y quieren levantarse contra ellos. De hecho, ha subrayado que los milicianos de negro han comenzado a retirarse de algunas poblaciones y a concentrarse cerca de Mosul, porque "saben que no hay escapatoria para ellos".
Citando fuentes del servicio de Inteligencia, Jubbouri ha señalado que se estima hay entre 6.000 y 8.000 milicianos en la provincia de Nínive, de los cuales una gran mayoría son ciudadanos locales iraquíes, no tan convencidos del credo radical de Estado Islámico como de los beneficios materiales de permanecer en dicho bando.
"Por esta razón, muchos han empezado a abandonar la organización y el campo de batalla. Conocemos a los combatientes extranjeros y a aquellos que luchan fieramente, pero también a los iraquíes cuyas manos están manchadas con la sangre de otros iraquíes", ha trasladado Jubbouri. El militar teme que las calles de Mosul se conviertan en un campo de batalla y que los civiles, que superan el millón, sean usados como escudos por los terroristas.
Aunque los habitantes de la urbe dieron la bienvenida a los "liberadores" en 2014, Jubbouri estima que entre el 70 y el 75 por ciento de la población apoyaría en este momento la seguridad de las fuerzas. "El resto están indecisos o asustados, pues están considerablemente implicados con Estado Islámico", ha añadido.
¿UN EJÉRCITO CON GARANTÍAS?
En las últimas semanas, miles de tropas iraquíes han sido desplegadas en una base situada a 60 kilómetros de Mosul, junto con tropas estadounidenses y de la autónoma región del Kurdistán iraquí. Y, aunque la coalición liderada por Estados Unidos espera que la urbe sea reconquistada este año, los enfrentamientos entre las diferentes fuerzas de la ofensiva para extender su influencia benefician a los milicianos, ha lamentado Jubbouri.
La participación de milicias chiíes ha despertado ciertas controversias, dado que el grupo ha sido acusado de haber cometido abusos contra los suníes en las áreas reconquistadas. Turquía también ha desplegado tropas en la base norte de Mosul donde entrena a una milicia organizada por el exgobernador de la provincia, mientras que las fuerzas kurdas peshmerga realizan tareas de apoyo.
"Es necesario que todos los esfuerzos se combinen", ha subrayado el jefe de operaciones en Nínive. "Debemos dejar a un lado nuestros egos y diferencias y fijarnos en el objetivo: liberar la ciudad", ha añadido.
Estado Islámico se hizo con el control de una tercera parte del país en junio de 2014, después de que el Ejército iraquí colapsara.