BAGHDAD, 23 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Irak ha rechazado este lunes la propuesta del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, de poner fin a las operaciones en Irak de las unidades paramilitares respaldadas por Irán, que ayudaron a Bagdad a derrotar al Estado Islámico.
"Es el momento de que las Fuerzas de Movilización Popular y sus aliados de Irán se vayan a casa", declaró Tillerson este domingo tras un encuentro con el primer ministro de Irak, Haider Al Abadi, y el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz.
La oficina de Al Abadi, por su parte, ha mostrado poca disposición a cumplir la demanda de Tillerson. "Nadie tiene derecho a interferir en los asuntos iraquíes", ha comunicado sin nombrar al primer ministro.
Las Fuerzas de Movilización Popular colaboraron con el Ejército de Irak en la ofensiva contra Estado Islámico para la recuperación de la ciudad de Mosul, que estuvo bajo el control de la organización terrorista hasta su liberación el pasado julio.
La expansión de la influencia de Irán en Siria e Irak, donde la población es predominantemente chií, suscita preocupación en el Gobierno de Estados Unidos y en algunos países de mayoría suní, como Arabia Saudí. Por este motivo, y a pesar de estar bajo la autoridad del Gobierno de Irak, las Fuerzas de Movilización Popular se describen entre los sunís como una rama 'de facto' de la Guardia Revolucionaria iraní, que se ocupa de su entrenamiento y armamento. "Las Fuerzas de Movilización Popular son patriotas iraquíes", ha subrayado la oficina de Al Abadi en el pasado.