MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno iraquí ha iniciado este jueves la repatriación de otros 750 residentes del campo de refugiados sirios e iraquíes de Al Hol, hogar de miles de familiares de yihadistas del grupo terrorista Estado Islámico, en su mayoría niños.
Las autoridades han informado de que este cuarto proceso de repatriación ha sido puesto en marcha con éxito y afectará a unas 175 familias que residían en el campo, situado en el noreste del país, cerca de la frontera con Irak, según informaciones recogidas por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Así, estos individuos han empezado a abandonar el campo para desplazarse hacia Al Jadaa, en la ciudad iraquí de Mosul, siguiendo el acuerdo alcanzado entre las autoridades iraquíes y la administración autónoma establecida en el norte y este de Siria.
Los campos de refugiados situados en las zonas del norte y este de Siria son considerados como una "bomba de relojería" en materia de seguridad para el país debido a la posible radicalización de aquellos que se encuentran internos.
El pasado mes de junio, el Gobierno iraquí y Naciones Unidas acordaron repatriar a todos los ciudadanos iraquíes que residente en el campo de cara a 2027. La mayoría de las 40.000 personas que residen en el campamento son de origen sirio o iraquí y tienen vínculos con Estado Islámico. Todos ellos llevan en el campamento desde la derrota del grupo terrorista en 2019.
El asesor de Seguridad Nacional de Irak, Qasim al Araji, indicó en marzo que unos 20.000 iraquíes menores de 18 años siguen en Al Hol. En este sentido, los describió como "bombas de relojería".
Por su parte, las autoridades kurdas del noreste de Siria han hecho un llamamiento en reiteradas ocasiones a la comunidad internacional para repatriar a los residentes, si bien la mayoría de países ha rechazado esta medida alegando motivos de seguridad.
La repatriación de ciudadanos vinculados a miembros de Estado Islámico ha suscitado la polémica en Irak, donde muchas tribus se han mostrado contrarias a darles la bienvenida por considerar que el grupo cometió "violaciones atroces contra los Derechos Humanos" cuando controlaba gran parte de país entre 2014 y 2017.