MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha tildado este martes de "inaceptable" el traslado de miembros de Estado Islámico desde la zona fronteriza entre Siria y Líbano hacia la zona oriental de Siria, cerca de la frontera con Irak.
"No hay justificación para las negociaciones con los terroristas", ha dicho, expresando el deseo de Bagdad de que el asunto hubiera sido tratado con las autoridades iraquíes antes de cerrar un acuerdo, según ha informado la cadena de televisión iraquí Al Sumaria.
El lunes, un convoy que transportaba a miembros del grupo yihadista y sus familiares partió desde la zona fronteriza entre Siria y Líbano, en el marco del acuerdo alcanzado entre Estado Islámico y el partido-milicia chií libanés Hezbolá.
El Gobierno de Siria afirmó el domingo que aceptaba el acuerdo alcanzado entre Hezbolá y Estado Islámico para que el grupo yihadista evacue a sus milicianos de la zona fronteriza entre ambos países.
En un breve comunicado publicado por la agencia estatal siria de noticias, SANA, Damasco resaltó que "tras los éxitos logrados por las Fuerzas Armadas, con la cooperación de la resistencia nacional libanesa --en referencia a Hezbolá-- en la zona occidental (...) se ha aprobado el acuerdo entre Hezbolá y los terroristas para que éstos abandonen esa zona y se dirijan al este del país".
Horas antes, los ejércitos de Siria y Líbano, así como Hezbolá, habían anunciado un alto el fuego en su ofensiva contra el grupo yihadista en la zona de Qalamun.
Miembros de Estado Islámico y del Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra-- se encuentran desplegados en la montañosa frontera entre Líbano y Siria y han utilizado el terreno para lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad libanesas.
En su principal ofensiva, en 2014, miembros de Estado Islámico y el Frente al Nusra irrumpieron en la localidad libanesa de Arsal, capturando a decenas de soldados y policías libaneses. Posteriormente decapitaron y fusilaron a varios de ellos, antes de liberar al resto en diciembre de 2015.
El Ejército de Líbano y Hezbolá --aliado del Gobierno sirio-- han llevado a cabo numerosas operaciones contra los yihadistas para intentar evitar su infiltración y que perpetren atentados en el país.