MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Turquía e Irak han abierto este domingo, después de 20 años de planificación, una nueva línea de suministro eléctrico que contribuirá a paliar los constantes cortes de energía que padece la población iraquí.
La línea de 115 kilómetros conecta con una central eléctrica al oeste de Mosul y suministrará 300 megavatios a las provincias septentrionales de Nínive, Saladino y Kirkuk, ha hecho saber este domingo la oficina del primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, recogido por Bloomberg.
El proyecto, que comenzó su desarrollo en 2004, es parte de la estrategia de Irak para conectarse a las redes vecinas e "integrarse en el sistema energético regional, permitiendo la diversidad y el intercambio bajo diversas condiciones de carga máxima".
Hay que recordar que, incluso con sus vastas reservas de petróleo, Irak, miembro de la OPEP, sigue dependiendo en gran medida de las importaciones de electricidad y gas para mantener su red en funcionamiento, especialmente en verano, cuando la demanda de refrigeración alcanza su punto máximo. La infraestructura del país sigue enormemente dañada tras décadas de conflicto armado.
El vecino Irán es un importante proveedor. De hecho, el Gobierno de Estados Unidos extendió el pasado viernes su exención de sanciones a Irak para que pueda comprar electricidad de la república islámica durante otros cuatro meses, algo que ha hecho ya en varias ocasiones ante la dependencia de Bagdad.
El Gobierno ha dicho repetidamente que necesita diversificar sus fuentes y ha explorado opciones con países vecinos. En marzo, una interconexión entre Jordania e Irak comenzó a suministrar a la red occidental 40 megavatios, con planes de triplicar esa cifra.
Irak también pretende "completar la conexión con la red eléctrica del Consejo de Cooperación del Golfo para finales de este año", ha asegurado la oficina de Al Sudani.