Conmoción y llamamientos urgentes a la unidad de los políticos libaneses en lo que consideran un duro golpe a la estabilidad
MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno iraní ha reaccionado con estupor a la sorprendente dimisión anunciada esta mañana por el primer ministro libanés, Saad Hariri, y ha acusado al presidente estadounidense, Donald Trump y al monarca saudí, Mohamed bin Salman, de orquestar la renuncia del hasta hoy jefe del Ejecutivo para desestabilizar el país.
Así lo ha hecho saber el asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní Sheikh Hussein al Islam, quien ha eludido pronunciarse sobre el hecho de que Hariri ha acusado a Irán y al partido milicia chií Hezbolá, aliado de Teherán, de forzar su dimisión y de viciar el clima político hasta el punto de que temía por su vida.
De hecho, el diplomático iraní ha lamentado que Hariri, quien anunció su dimisión durante una visita a Arabia Saudí, rival encarnizada de Irán por el dominio de la región, no "hubiera respetado la dignidad del pueblo libanés presentando su dimisión en territorio libanés".
"Su dimisión ha sido orquestada por el presidente Trump y por el monarca Mohamed bin Salman para desestabilizar Líbano", ha añadido Al Islam en declaraciones recogidas por los medios nacionales iraníes, donde también ha recordado la histórica figura del padre del, desde ahora ex primer ministro, Rafik Hariri, muerto en un atentado del que precisamente se acusó a miembros de Hezbolá. "Ojalá hubiera demostrado la sabiduría de su padre", ha concluido el diplomático.
LÍBANO EN CONMOCIÓN
Las reacciones de los políticos libaneses están llegando con cuentagotas. El presidente del Parlameto, Nabih Berri, ha regresado inmediatamente desde Egipto mientras que grandes nombres de la política libanesa, como el socialista Walid Jumblat, han llamado a la calma aunque han reconocido que la dimisión de Hariri pone al país entero en jaque.
"Sean cuales sean las dificultades, es fundamental que exista un sacrificio a favor del consenso, el diálogo y nuestra estabilidad", ha hecho saber en Twitter. "Líbano es demasiado débil como para soportar las repercusiones políticas que implica esta dimisión".
El ministro de Justicia, Salim Jreisati, ha tachado la dimisión de "confusa y sospechosa en tiempo, lugar y contenido" y ha evocado la tensión existente entre Irán y Arabia Saudí por el control de Líbano, como también ha opinado el diputado Ghassan Moukheiber, del Bloque para la Reforma y el Cambio: "Temo que Líbano acaba de entrar en el conflicto regional", ha dicho.
Por su parte, el ministro de Finanzas libanés, Ali Hassan Khalil, se ha dirigido a los mercados para garantizar que la dimisión de Hariri "no supone peligro ni para la moneda ni para la economía".