Irán advierte de respuestas "políticas y legales" a Suecia por la condena de un iraní por ejecución de opositores

Archivo - Una mujer camina frente a un mural con la bandera de Irán situado en una de las calles de Teherán
Archivo - Una mujer camina frente a un mural con la bandera de Irán situado en una de las calles de Teherán - ROUZBEH FOULADI / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Publicado: sábado, 3 septiembre 2022 13:35


MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Naser Kanani, ha advertido este sábado de medidas "políticas y legales" contra Suecia por la condena a cadena perpetua impuesta al antiguo responsable político iraní Hamid Nuri por las ejecuciones masivas y torturas de opositores en 1988 en una cárcel de la ciudad de Karaj.

Kanani ha pedido la liberación de Nuri, ha calificado su encarcelamiento de "ilegal" y ha afirmado que el juicio se basa en "acusaciones infundadas", según informa la agencia de noticias iraní IRNA.

El encarcelamiento de Nuri es "totalmente inaceptable", según Kanani, que ha pedido igualmente la liberación del iraní Asadolá Assadi, un ciudadano iraní encarcelado en Bélgica. Assadi es un diplomático iraní acusado de estar implicado en un plan para atentar en Francia durante un acto de la opositora Organización de los Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI), ilegalizada en Irán.

Kanani ha aprovechado además para defender el giro de la política exterior iraní denominado Mirada a Asia impulsado por el presidente Ebrahim Raisi.

El caso de Nuri ha provocado un incremento de la tensión bilateral entre Suecia e Irán y Teherán anunció el pasado miércoles la llamada a consultas de su embajador en Estocolmo.

Nuri, fue arrestado en el país europeo en noviembre de 2019, tras lo que en 2021 se abrió un juicio contra él por su papel en la matanza de miles de personas.

Las ejecuciones fueron efectuadas a raíz de un edicto secreto emitido por el entonces gran líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeini, tras una incursión armada en Irán por parte del PMOI, un grupo de oposición con sede en Irak e ilegalizado por las autoridades iraníes, según el informe publicado por Amnistía en 2018.

La orden de Jomeini llegó en las últimas fases de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), en la que el PMOI, que participó activamente en la revolución que derrocó al sah Reza Pahlevi con un discurso islamista mezclado con una adaptación de la ideología marxista, combatió del lado del régimen de Sadam Hussein tras denunciar las acciones de la cúpula religiosa instaurada por los ayatolás.

El grupo fue perseguido por las autoridades religiosas instauradas en Irán, lo que llevó al entonces líder del grupo, Masud Rajavi, a alcanzar en 1986 un pacto con Hussein en plena guerra entre ambos, lo que llevó a Irán al líder supremo de Irán a ordenar la ejecución de supuestos miembros y simpatizantes de la organización.

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