El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, durante un acto en Teherán (archivo) - Europa Press/Contacto/Iranian Supreme Leader'S Off
Pezeshkian recalca que "no debe permitirse que Líbano se convierta en otra Gaza a manos de Israel"
MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha alertado este martes del riesgo de expansión del conflicto en Oriente Próximo tras la oleada de bombardeos ejecutados desde el lunes por Israel contra Líbano, que dejó más de 550 muertos y más de 1.800 heridos, y ha afirmado que el partido-milicia chií Hezbolá "no puede actuar solo" contra el Ejército israelí.
"No debemos permitir que Líbano se convierta en otra Gaza a manos de Israel", ha dicho, en referencia a la ofensiva militar desatada por las tropas israelíes contra el enclave tras los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
"Hezbolá no puede hacer eso sola. Hezbolá no puede actuar solo contra un país que está siendo defendido, apoyado y recibiendo suministros de países occidentales, países europeos y Estados Unidos", ha sostenido durante una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense CNN.
Así, ha recalcado que "existe el peligro de que las llamas de los acontecimientos (en Líbano) se expandan a toda la región", al tiempo que ha alertado de que una guerra abierta en Oriente Próximo "puede ser peligrosa para el futuro del mundo y el planeta en general, por lo que hay que evitar los actos criminales que están siendo cometidos por Israel".
Poco antes, el propio Pezeshkian había condenado "enérgicamente" los "crímenes del régimen sionista" en la Franja de Gaza y Líbano y sostuvo que "no se ajustan a ningún estándar humanitario ni internacional y deben terminar". "Estos crímenes, incluido el asesinato de (el líder del brazo político de Hamás, Ismail) Haniye en Teherán, no quedarán sin respuesta".
Haniye, quien encabezaba desde 2017 el brazo político de Hamás, fue asesinado el 31 de julio en un ataque perpetrado contra el edificio en el que se alojaba en la capital iraní, suceso achacado a Israel y que ha llevado a Irán a amenazar con una dura respuesta.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas la semana pasada en dispositivos de comunicación usados supuestamente por Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Posteriormente, más de 50 personas murieron el viernes en el bombardeo ejecutado por Israel contra el sur de la capital de Líbano, Beirut, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés.
Las hostilidades en la región estallaron después de que que Hamás y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados 'Inundación de Al Aqsa' por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los hutíes y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel --que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen-- en respuesta a su ofensiva contra Gaza.