MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad iraní ha confirmado este sábado 195 fallecidos y casi 2.316 nuevos contagios de coronavirus durante las últimas horas en el país, siguiendo la tónica general de los últimos días.
Estas cifras suponen un módico descenso respecto a los 2.489 casos y 215 fallecidos registrados el viernes en la república islámica.
La portavoz del Ministerio, Sima Sadat Lari, ha confirmado un total de 288.839 contagios y 15.484 fallecidos desde el inicio de la pandemia, según el balance recogido por la agencia oficial de noticias iraní IRNA.
De los nuevos casos, 1.298 fueron hospitalizados y un total de 3.670 pacientes se encuentran en estado crítico. El número total de altas es de 251.319.
Por su parte, el presidente iraní, Hasán Rohani, ha achacado este mismo jueves el repunte de casos a la escasa aplicación de las normas de prevención y seguridad anunciadas por las autoridades y no al proceso de reapertura de la economía.
El mandatario ha sostenido que la población no ha sido estricta en el respeto de los protocolos y, tras la relajación de las restricciones, fue menos cuidadosa a la hora de acudir a congregaciones y fiestas, según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim.
Rohani ha apuntado por ello que las dos principales estrategias de las autoridades giran ahora en torno al uso de la mascarilla y la prohibición de las concentraciones y reuniones públicas, incluidos los funerales y las bodas.
EL PRESIDENTE REBAJA LAS EXPECTATIVAS
Este mismo sábado, Rohani ha vuelto a comparecer ante la población con un aciago pronóstico. "No quiero que la gente asuma que este problema se va a resolver a corto plazo. El coronavirus va a seguir entre nosotros hasta que alguien desarrolle una vacuna", ha afirmado.
"Deberíamos pensar a más largo plazo y prepararnos ahora para el próximo año", ha añadido presidente en su comparecencia recogida por IRNA.
El mandatario también ha defendido su política de aliviar las restricciones previamente impuestas para frenar la propagación del virus.
"Las restricciones también son problemáticas porque tienen efectos financieros negativos en la vida de las personas", ha explicado en relación al crítico momento que atraviesa la economía iraní, en buena parte por las sanciones impuestas por Estados Unidos.