MADRID 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irán ha condenado este miércoles un informe publicado recientemente por un relator de Naciones Unidas en el que denunció "atrocidades" en los años ochenta que habrían incluido crímenes contra la humanidad y una "intención genocida" contra los miembros de la minoría bahai.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanani, ha criticado "duramente" el informe del relator de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en Irán, Javaid Rehman, y destacó que "es un intento de los enemigos de Irán de dañar la imagen de la República Islámica".
Kanani ha cargado con Rehman por "usar los últimos días de su mandato" para "seguir la agenda de un grupo terrorista", en referencia a la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI), al tiempo que ha recalcado que las acusaciones "carecen de toda base legal". "Esta persona abusa fácilmente de su puesto en Naciones Unidas y difunde noticias falsas", ha sostenido.
"Los funcionarios de Naciones Unidas, en particular de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, tienen la responsabilidad legal de impedir el uso indebido y la aplicación de agendas personales o de grupo con un sesgo contra los países", ha reseñado, según un comunicado publicado a través de su página web.
En este sentido, ha incidido en que "Irán se reserva su derecho legal a oponerse a este proceso ilícito", al tiempo que ha añadido que "los enemigos del pueblo iraní, que no lograron someter a la nación mediante el terrorismo, las sanciones y otras medidas dañinas, no lograrán limpiar su oscuro historial y sus acciones inhumanas y terroristas aprovechándose de las instituciones internacionales y falsificando los hechos".
Las palabras de Kanani han llegado dos días después de que Rehman publicara un informe en el que afirmó que las autoridades iraníes habrían llevado a cabo ejecuciones sumarias, arbitrarias y extrajuduciales entre 1981 y 1982 y en 1988 contra opositores y miembros de minorías.
Entre las personas ejecutadas habría habido mujeres, algunas de las cuales habrían sido violadas antes de ser ajusticiadas, y "muchos niños", según el informe, que señala que entre estos crímenes contra la humanidad figuran además torturas y decisiones forzosas.
"Los bahais fueron atacados con intención genocida y fueron objeto de persecución", dijo Rehman, quien agregó que "la persecución contra miembros de minorías religiosas, étnicas y lingüísticas, así como opositores políticos, ha continuado con total impunidad desde la primera década del establecimiento de la República Islámica en 1979".
La fe bahai es monoteísta y fue fundada en Irán en 1863 a partir de las enseñanzas de Bahaulá, a quien consideran su profeta. Esta religión, considerada una herejía por las autoridades musulmanas iraníes, contempla un respeto a la Torá, la Biblia y el Corán al considerar que son parte de una serie de revelaciones sucesivas por parte de Dios.
Bahaulá fue uno de los discípulos de Alí Mohamad, quien dos décadas antes proclamó ser la 'puerta' al imam oculto, el Mahdi, tras lo que fundó el babismo. Finalmente y tras años de persecución, escapó al exilio y se asentó en Haifa y Acre --entonces en el Imperio Otomano y en el actual Israel--, si bien finalmente fue capturado y fusilado en 1850 en la ciudad iraní de Tabriz.
Por todo ello, Rehman denunció "un fracaso a la hora de garantizar la justicia y la rendición de cuentas en Irán" y añadió que "el continuado ocultamiento del paradero de miles de opositores políticos y de sus restos equivale a un crimen contra la humanidad por desapariciones forzosas".
"No debería haber impunidad para violaciones tan graves de los Derechos Humanos, independientemente de cuándo se cometieron. No se debe permitir que el régimen iraní y sus líderes escapen a las consecuencias de sus crímenes de lesa humanidad y genocidio", manifestó. "Es absolutamente esencial contar con un mecanismo internacional independiente de investigación y rendición de cuentas para Irán", zanjó.