ANKARA, 26 (Reuters/EP)
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha exigido este jueves el cese inmediato de las "agresiones" militares en Yemen y ha advertido de que este tipo de acciones solo complican más la crisis que vive el país, ha informado la agencia de noticias semioficial iraní FARS.
"Irán quiere un cese inmediato de todas las operaciones militares y de los ataques aéreos contra Yemen y su pueblo, las acciones militares en Yemen, que afronta una crisis a nivel nacional complicará aún más la situación y complicará los esfuerzos para resolver la crisis por medios pacíficos", ha afirmado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Marzié Afjam.
Irán ha negado que esté aportando fondos económicos y entrenamiento militar a los milicianos del movimiento huthi, una tribu zaidí (chií) que tomó el control de Saná en septiembre de 2014 y que, en los últimos días, estaba logrando arrinconar en Adén, en el sur del país, a las fuerzas del presidente yemení, Abdo Rabbu Mansur Hadi.
El Ejército de Arabia Saudí ha desplegado 100 aviones de guerra y 150.000 militares en el marco de la operación internacional contra los milicianos huthis en Yemen, según ha informado la cadena de televisión emiratí Al Arabiya.
En la ofensiva militar aérea están participando aviones de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Bahréin, Qatar, Jordania, Marruecos, Egipto y Pakistán. Estos dos últimos han desplegado además a sus fuerzas navales.
Así, EAU ha desplegado 30 aviones de combate, mientras que Kuwait y Bahréin han desplegado 15. Por su parte, Kuwait ha colaborado con diez aviones y Jordania con otros seis. Egipto, Pakistán y Sudán han expresado además su disposición a contribuir a una operación terrestre. Pakistán ha dicho que estudia la propuesta saudí para desplegar tropas sobre el terreno.
El anuncio de la ofensiva ha tenido lugar horas después de que los huthis y las fuerzas leales al expresidente Alí Abdulá Salé iniciaran su avance hacia Adén, donde se encuentra el presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, desde su fuga en febrero de la capital, Saná.