MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Irán han confirmado este martes la recepción de la última parte de un envío de 149 toneladas de uranio por parte de Rusia, en el marco del acuerdo nuclear cerrado en 2016.
El portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OIEA), Behruz Kamalvandi, ha indicado que la cantidad de uranio concentrado, conocido como 'torta amarilla', recibido supera la cantidad producida en el país en los últimos doce años.
Así, ha manifestado que el país cuenta en la actualidad con 360 toneladas de 'torta amarilla', según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim.
El acuerdo nuclear firmado por el Gobierno de Irán con el Grupo 5+1 --Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania-- establece una serie de restricciones al programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales impuestas a Teherán.
El pacto establece que Irán podrá seguir realizando enriquecimiento de uranio con fines de investigación y desarrollo durante los primeros diez años del acuerdo pero sólo con las centrifugadoras IR-4, IR-5, IR-6 y IR-8.
También determina que el Gobierno iraní solo podrá enriquecer uranio al 3,67 por ciento durante 15 años y sólo en la instalación nuclear de Natanz y que reducirá el número de centrifugadoras, que pasarán de 19.000 a 5.060 y sólo se mantendrán los modelos más antiguos (IR-1).
Además de imponer que todo el uranio enriquecido por encima del 3,67 por ciento sea enviado fuera de Irán o diluido, el pacto nuclear señala que la instalación subterránea de Fordow pasará a convertirse en un centro de física y tecnología nuclear, donde se podrán realizar tareas de enriquecimiento y en el que se podrán mantener 1.044 centrifugadoras IR-1.
El acuerdo determina que, durante los próximos quince años, Irán no podrá conservar en su territorio más de 300 kilos de uranio enriquecido a menos del 3,67 por ciento y que la central de agua pesada de Arak será modificada para que no pueda producir plutonio con fines militares y la conversión de su reactor se llevará a cabo bajo la supervisión del Grupo 5+1 y la AIEA.
Además de enviar fuera del país el combustible empleado, Teherán se compromete a no desarrollar otras centrales de este tipo. El pacto establece, además, que la AIEA podrá llevar a cabo inspecciones de instalaciones sospechosas en el plazo de 24 días y podrá verificar, durante los próximos 20 años, las centrifugadoras de Irán y, durante 25 años, la producción de concentrado de uranio.
A cambio de las restricciones y modificaciones de su programa atómico, el pacto contempla que las sanciones de la UE y Estados Unidos contra el sistema financiero, energético y del transporte iraní serán levantadas a medida que Irán vaya cumpliendo sus compromisos y que la AIEA lo verifique, como ha venido sucediendo hasta ahora.
En caso de que Irán no cumpla con lo pactado, podrán volver a introducirse las sanciones en un plazo de 65 días, una posibilidad se mantendrá durante un plazo de diez años.