MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irán ha convocado este jueves al encargado de negocios de Francia en Teherán por la postura "intervencionista" de París ante las movilizaciones en el país tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer de 22 años fallecida bajo custodia tras ser detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo.
El Ministerio de Exteriores iraní ha señalado en un comunicado en su página web que la decisión llega también debido a "la participación de tres asesores gubernamentales franceses en las protestas en París" y las "ridículas acciones de la revista 'Charlie Hebdo'".
Las protestas en París han tenido lugar como muestra de solidaridad con los manifestantes iraníes, mientras que la citada revista ha publicado una viñeta satírica sobre el asunto con varias mujeres bebiendo, besándose o fumando sobre las cabezas de ayatolás iraníes y el mensaje 'Adiós al islamismo, bienvenido el epicureísmo'.
El Ministerio de Exteriores de Irán ha asegurado que ha trasladado al encargado de negocios francés el "firme rechazo" de Teherán a la "interferencia" francesa en los asuntos internos del país "a través del uso de interpretaciones falsas".
Asimismo, ha acusado a Francia de hacer "un doble juego" al "acoger a grupos implicados directamente en los disturbios de los últimos años en Irán" mientras "condena a las fuerzas de seguridad iraníes por hacer frente a los responsables de estos disturbios".
En este sentido, ha hecho hincapié en que "quizá las autoridades francesas han olvidado con qué firmeza hizo frente la Policía de este país a los 'chalecos amarillos', que alteraron el orden y la seguridad en el país", antes de reiterar que "no tolera la interferencia en sus asuntos internos".
Las protestas por la muerte de Amini se han saldado hasta la fecha con más de 40 muertos, según los medios oficiales. Sin embargo, la organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR) elevó el lunes a 76 el número de muertos en las movilizaciones, incluidos cuatro niños, y denunció que "la mayoría de las familias se vieron forzadas a enterrar de forma discreta a sus seres queridos por la noche y presionadas contra la celebración de funerales públicos".
Amini fue detenida el 13 de septiembre y falleció tres días después de caer en coma tras desmayarse en un centro de detención, en medio de denuncias sobre torturas y malos tratos. La Policía ha negado las acusaciones y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha prometido una investigación.