DUBAI, 5 Ene. (Reuters/EP) -
El presidente iraní, Hasan Rohani, ha denunciado este martes que Arabia Saudí no puede esconder "su crimen" de la ejecución del clérigo chií rompiendo las relaciones diplomáticas con Teherán, y ha advertido de que esta desavenencia podría afectar a la lucha contra el terrorismo.
Arabia Saudí, Bahréin y Sudán han roto sus relaciones diplomáticas con Irán. Emiratos Árabes Unidos las ha rebajado este lunes después del asalto a la Embajada saudí en Teherán y Kuwait ha retirado a su embajador de Irán este martes.
Una turba irrumpió el sábado en la Embajada saudí en Teherán y provocó importantes daños materiales como respuesta a la ejecución del clérigo chií Nimr al Nimr, muy crítico con la política saudí, y la ejecución de otros tres chiíes y 43 yihadistas suníes de Al Qaeda.
"Arabia Saudí no puede escudar su crimen de decapitar a un líder religioso en las relaciones políticas con Irán", ha afirmado Rohani, según la agencia estatal de noticias IRNA, durante una reunión con el Ministro de Exteriores danés, Kristian Jensen, en Teherán.
"Creemos que la diplomacia y las negociaciones son la mejor forma de solucionar los problemas entre los países", ha explicado. "Los países de la región solo podemos salvar la zona de los peligros del terrorismo a través de la unidad", ha añadido.
El Gobierno iraní está intentando calmar las tensiones distanciándose del ataque a la Embajada saudí y culpando a elementos extranjeros por organizarlo.
El portavoz del Gobierno iraní, Mohamad Bagher Nobakth, ha calificado el ataque como "sospechoso" y "a favor de las políticas de Arabia Saudí". "Unas cuantas personas, de las que no está claro a los intereses de que país sirven, se han aprovechado de los sentimientos de la gente", ha añadido.
El ministro de Justicia iraní, Mostafa Pourmohammadi, también ha mostrado sus sospechas y ha asegurado que "la última acción contra la Embajada saudí podría haber sido planeada y apoyada por agentes infiltrados".
Por su parte, el presidente Rohani se ha referido a los atacantes de la Embajada como extremistas y ha afirmado que Irán deberá poner fin a los ataques de las embajadas de una vez por todas.
Irán celebra el aniversario de la toma de la Embajada estadounidense en 1979 todos los años y se refiere a ello como la Segunda Revolución. Desde entonces, los iraníes han atacado varias embajadas en Teherán, incluyendo la de Kuwait en 1987, la de Arabia Saudí en 1988, la de Dinamarca en 2006 y la de Reino Unido en 2011.