Irán suspende sus ataques contra el Kurdistán iraquí y pide a Bagdad que "cumpla sus promesas" de seguridad

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Revolucionaria de Irán ha asegurado haber suspendido sus ataques con artillería y misiles contra posiciones de grupos kurdos en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, incluidos objetivos en la capital, Erbil, en medio de las manifestaciones de las últimas semanas en el país.

"Los ataques de la Guardia Revolucionaria han sido detenidos tras haber destruido los objetivos predeterminados. La continuación de los ataques dependerá del comportamiento futuro de las autoridades de la región del norte de Irak", ha manifestado la Guardia Revolucionaria.

Así, ha apuntado que "si las autoridades de la región adoptan una decisión inteligente y evitan la malicia de los grupos separatistas antiiraníes, el alto el fuego continuará", tal y como ha recogido la agencia iraní de noticias Tasnim.

"En cualquier otro caso, la Guardia Revolucionaria retomará sus operaciones contra grupos terroristas contrarrevolucionarios. Así, se reserva el derecho a llevar a cabo estas operaciones", ha recalcado, tras los ataques con artillería llevados a cabo durante las últimas semanas.

En este sentido, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha recalcado durante la jornada que Irán decidió atacar "bases de grupos terroristas" en la región semiautónoma iraquí tras "todas las medidas" previas para avisar a Irak contra el uso de su territorio por parte de estas formaciones.

Kanani ha manifestado que Teherán espera que Bagdad "cumpla sus promesas" y "garantice la seguridad en la frontera común", antes de defender que los ataques de las últimas semanas "van en línea" con la Carta de Naciones Unidas.

Las autoridades iraníes han acusado a grupos opositores kurdos de azuzar las recientes protestas en el país por la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años de la minoría kurda muerta bajo custodia tras ser detenida en Teherán por supuestamente llevar mal puesto el velo.

Irán tiene unos siete millones de kurdos, lo que representa cerca de un diez por ciento de su población. La mayoría viven en la región de Kurdistán, situada en el noroeste del país, junto a la frontera con Irak.