Irán tilda de "conferencia del mal" la cumbre en Israel con participación de Bahréin, EAU y Marruecos

Archivo - El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian
Archivo - El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian - -/Kremlin/dpa - Archivo
Publicado: martes, 29 marzo 2022 13:37

El Gobierno iraní dice que supone "una traición a la causa de la liberación de Palestina"

MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Irán ha tildado de "conferencia del mal" la histórica cumbre celebrada entre el domingo y el lunes en Israel, en la que participaron el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y los ministros de Exteriores de Bahréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Marruecos.

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzadé, ha manifestado que la participación de estos países en la cumbre supone "una traición a la causa de la liberación de Palestina", según un comunicado publicado en la web del ministerio.

Así, ha dicho que "cualquier intento de normalizar los lazos con los terroristas sionistas y ocupantes de Jerusalén es una puñalada por la espalda al oprimido pueblo palestino y un regalo al régimen de Israel, asesino de niños".

Jatbizadé ha recalcado además que "la experiencia demuestra que que cualquier proceso de rendición no derivará en otra cosa que un fracaso y una humillación para los que lo apoyan" y ha agregado que "Palestina no será liberado de una forma que no implique la resistencia del pueblo palestino y el apoyo de los gobiernos y naciones islámicos".

Por último, ha advertido contra los "movimientos sediciosos" por parte de Israel en la región y ha mostrado la disposición de Teherán para "trabajar con los países de la región" y expandir sus lazos bilaterales para hacer frente a la "conspiración" de Estados Unidos e Israel.

Los gobiernos de Israel, Estados Unidos, Bahréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Marruecos anunciaron el lunes la creación de un foro regional permanente que se celebrará de forma anual tras la cumbre celebrada en la ciudad israelí de Sde Boker, en el desierto del Néguev.

El encuentro, una cumbre sin precedentes, supone un intento de Israel y sus aliados árabes para crear un frente contra Irán en la región. El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, aseguró por ello que las conversaciones sobre "capacidades comunes y seguridad regional" permiten "intimidar y contener a los enemigos, especialmente a Irán y sus socios".