MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irán ha rechazado este viernes las acusaciones vertidas por Estados Unidos sobre supuestas acciones desde Teherán para intentar interferir en las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre en el país norteamericano, en las que la demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump aspiran a la Casa Blanca.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha tildado de "trilladas, infundadas y sesgadas" las acusaciones, vertidas el miércoles por el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, antes de recalcar que las mismas tienen como finalidad "su consumo a nivel interno".
"Los funcionarios estadounidenses no pueden sanar las diferencias y solucionar los problemas internos del país, que tienen raíces estructurales, políticas y sociales, a través de acusaciones contra otros que están más allá de sus fronteras", ha dicho, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores iraní a través de su página web.
Así, ha subrayado que "el Gobierno estadounidense, líder en intervenciones ilegales en los asuntos internos de otros países independientes (...), no puede culpar de sus problemas y crisis internas a otros países para encubrir su negro historial intervencionista e ilegal".
Garland destacó en sus declaraciones que las autoridades estadounidenses habían detectado "una actividad cada vez más agresiva por parte de Irán durante el ciclo electoral", incluidas actividades para dañar la campaña de Trump y "evitar un resultado electoral que considera como contrario a sus intereses".
"Las actividades iraníes recientemente denunciadas también incluyen esfuerzos para obtener acceso a individuos que tienen acceso a las campañas presidenciales de ambos partidos políticos", dijo Garland, quien remarcó que Washington "no tolera los intentos por parte de régimenes autoritarios para explotar el sistema democrático de gobierno".
"Seremos implacablemente agresivos para contrarrestar y frustrar los intentos de Rusia e Irán, así como de China o cualquier otro actor maligno extranjero, de interferir en nuestras elecciones y socavar nuestra democracia", zanjó el fiscal general de Estados Unidos.
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