MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Irlanda, Simon Harris, ha dado orden al Ministerio de Justicia para que empiece los preparativos de una ley de emergencia que permita la devolución en caliente de migrantes procedentes de Reino Unido ante la inminente puesta en marcha del plan del primer ministro británico, Rishi Sunak, para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda.
"Este país no será en modo alguno el resquicio para los problemas migratorios de otros", ha advertido Harris en declaraciones a la prensa irlandesa. "Cada país debe tener su propia política migratoria, pero no tengo ninguna intención de permitir que la política migratoria de otros afecta a la integridad de la nuestra", ha añadido. Harris ha defendido así un "sistema firme basado en normas", ha remachado.
Así, ha anunciado que la ministra de Justicia, Helen McEntee, presentará "propuestas legislativas" al Consejo de Ministros el martes "para instaurar una nueva política de devoluciones (...) que permita que la gente sea devuelta eficazmente a Reino Unido".
Fuentes del diario 'The Guardian' apuntan que el Ministerio del Interior británico podrían comenzar incluso este mismo lunes las operaciones para detener a estos solicitantes como prolegómeno a su deportación al país africano.
McEntee, ha asegurado que el mero anuncio de la puesta en marcha del plan de deportación ya ha comenzado a traducirse, en parte, en un incremento de llegadas de migrantes a Irlanda.
"Es una de las muchas razones del aumento de la migración. Por ello tengo intención de presentar la semana que viene un plan de 'procesamiento rápido' (de solicitudes) que garantice el retorno rápido de la gente a Reino Unido", ha explicado a la radiotelevisión pública irlandesa RTÉ.
McEntee informó esta semana a una comisión de justicia del Parlamento de Irlanda, el Oireachtas, que ocho de cada diez solicitantes de asilo en Irlanda llegaban a través de la frontera con Irlanda del Norte debido al impacto de la nueva política de Sunak.
La frontera entre Irlanda del Norte, parte de Reino Unido, y la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea, es la única frontera terrestre entre Reino Unido y la UE desde que Reino Unido abandonó el bloque.
Se da la circunstancia de que se trata de una frontera "abierta", es decir, sin controles migratorios, una condición clave del acuerdo que sacó a Reino Unido de la UE en 2020, diseñado para evitar tensiones dada la historia sectaria de la isla.
La primera ministra norirlandesa, la republicana Michelle O'Neill, respondió al 'Irish Times' que "absolutamente nadie" se ha puesto en contacto con ella sobre ese tema. "Esta ausencia de contacto pone de manifiesto la desorganización que reina sobre esta cuestión en el Gobierno irlandés", ha añadido.
McEntee se reunirá mañana con el ministro del Interior británico, James Cleverly en un momento en que la principal voz discordante sobre este plan es la del viceprimer ministro irlandés, Micheal Martin, también ministro de Exteriores, quien lamentó que el incremento de la migración se debe al factor "miedo" generado por la política de Sunak.