MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los convocantes de la sentada protagonizada por cientos de islamistas en la capital de Pakistán, Islamabad, han anunciado este lunes que pondrán fin a su protesta, tras la dimisión del ministro de Ley y Justicia, Zahid Hamid.
La renuncia de Hamid era la principal reclamación de los manifestantes, que protestan contra una reforma legal que afecta a la consideración del profeta Mahoma como último profeta.
"Para restaurar la paz en el país, he decidido abandonar el cargo", ha dicho Hamid al presentar su dimisión, que será aceptada durante la jornada por el primer ministro, Shahid Jaqan Abaasi, según ha informado la cadena de televisión local Geo TV.
Los organizadores han publicado un comunicado anunciando que próximamente anunciarán el fin de la sentada, resaltando que el acuerdo con el Gobierno contempla la creación de una comisión de investigación para actuar contra los responsables de la enmienda.
Las protestas fueron convocadas por partidos islamistas, entre ellos Tehrik-i-Jatm-i-Nabuwat, Tehrik-i-Labaik Ya Rasul Alá (TLY) y Sunni Tehreek Pakistan (ST).
El sábado la Policía lanzó una operación para dispersar a los manifestantes acampados, pero tras horas de disturbios y tres muertos, los agentes finalmente decidieron retirarse. Miles de personas salieron a la calle en Islamabad y en otras ciudades del país para denunciar la violencia policial.
La crisis comenzó a raíz de la aprobación el mes pasado dentro de la Ley de Elecciones de 2017 de un cambio en la fórmula utilizada para jurar los cargos por la que se podía interpretar que Mahoma es un profeta, no el último profeta. Este matiz enfureció a los partidos islamistas que denunciaron una conspiración contra la religión musulmana.
El Gobierno ha atribuido este matiz a un "error administrativo" y se ha aprobado ya una enmienda legal para aclarar cualquier duda al respecto y dejar claro que Mahoma es el último profeta.
Sin embargo, los citados partidos rechazaron la explicación y centraron sus iras en el ministro de Ley y Justicia, a quien tildan de blasfemo.
El sábado fue asaltada la casa de Hamid en Pasrur, en el noreste del país, si bien en el momento del ataque ni el ministro ni sus familiares estaban en la vivienda.