Archivo - Israel Katz, nuevo ministro de Defensa de Israel. - Michael Kappeler/dpa - Archivo
Katz dice que Hamás será golpeado con una fuerza "no vista hasta ahora" si no libera a los cerca de 60 rehenes que tiene retenidos
MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha advertido este martes de que "las puertas del infierno se abrirán en Gaza" tras el inicio de una nueva oleada de bombardeos contra la Franja que dejan ya más de 300 palestinos muertos, antes de afirmar que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) será golpeado con una fuerza "no vista hasta ahora" si no libera a los cerca de 60 rehenes que mantiene retenidos tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
"Esta noche hemos vuelto a los combates en Gaza ante la negativa de Hamás de liberar a los rehenes y sus amenazas de dañar a soldados y comunidades de Israel", ha afirmado, según ha informado el diario 'The Times of Israel'. "No dejaremos de combatir hasta que todos los rehenes vuelvan a casa y hasta que se logren los objetivos de la guerra", ha agregado.
El Ministerio de Sanidad gazatí ha cifrado en más de 325 los muertos que han sido trasladados hasta ahora a hospitales de Gaza a causa de las "masacres" perpetradas por Israel tras el inicio de la campaña 'Fuerza y Espada'. "Varias víctimas siguen bajo los escombros", ha alertado en su cuenta en Telegram, por lo que se teme que la cifra de fallecidos podría ser superior.
Por su parte, el Gobierno de Israel ha asegurado que dio orden al Ejército de que tome "medidas enérgicas" contra Hamás después de el grupo palestino haya "rechazado todas las ofertas" de los mediadores en el marco del acuerdo de alto el fuego, ante las exigencias de Israel de extender la primera fase del pacto, algo rechazado por el grupo islamista, que reclamaba la aplicación del documento en su forma original e iniciar la segunda fase de las conversaciones.
Así, Hamás ha insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esta segunda etapa.
La postura de Israel, aceptada por Estados Unidos --uno de los mediadores--, llevó a Washington a presentar una propuesta para prorrogar la primera fase durante varias semanas a cambio de la liberación de cinco rehenes, si bien postura negociadora de Hamás llevó a Israel a cortar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y cortar el suministro eléctrico, en medio de advertencias de las autoridades estadounidenses sobre una posible respuesta militar.