Las Fuerzas Armadas israelíes han revelado este domingo un túnel excavado por Hamás, el más grande localizado hasta el momento, que tiene 4 kilómetros de largo y en algunos puntos alcanza los 50 metros de profundidad.
El túnel se encuentra cerca del paso de Erez, en el norte de la Franja de Gaza, junto a la valla fronteriza que separa el enclave del territorio israelí, y por su ancho tendría incluso capacidad para permitir el paso de vehículos. También era utilizado para trasladar armamento.
El "túnel de ataque", sin embargo, no llega a alcanzar territorio israelí. Uno de los accesos se encuentra a unos 400 metros del paso de Erez, que era utilizado para controlar el paso de palestinos a territorio israelí principalmente para trabajar.
Erez está cerrado desde el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamás irrumpieron en territorio israelí y mataron a unas 1.200 personas, lo que provocó la actual ofensiva militar de represalia israelí que se ha cobrado ya la vida de más de 19.000 personas, la mayoría civiles.
El túnel tiene varias ramificaciones y cruces, tuberías de agua, electricidad y líneas de comunicación, así como puertas blindadas diseñadas para impedir la entrada de las fuerzas israelíes.
"Su anchura apunta a que querían utilizarlo para incursiones con vehículos contra civiles en las comunidades cercanas a la frontera de Gaza", ha explicado un portavoz militar, Haim Cohen, citado por el diario 'The Times of Israel'.
Las Fuerzas Armadas israelíes han publicado además imágenes y vídeos de cómo se construyó el túnel. Miembros de Hamás desplazados desde Jan Yunis emplearon maquinaria especializada para su excavación, según el comunicado militar.
La construcción estaría a cargo de Mohamed Sinwar, comandante de la Brigada Sur de Hamás y hermano del líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar. En la obra se emplearon tuneladoras introducidas en secreto en la Franja de Gaza y contaría con un presupuesto de millones de dólares.
Israel había informado previamente de ataques lanzados por las milicias de Hamás desde túneles subterráneos y también la muerte de varios milicianos dentro de estas instalaciones excavadas en el suelo. La semana pasada se informó de que se habían descubierto 800 entradas a túneles desde el inicio de la ofensiva terrestre sobre la Franja de Gaza y 500 han sido ya destruidas.
Además se ha utilizado "con éxito" el bombeo de agua marina en la red de túneles para inutilizar estas instalaciones y obligar a los milicianos a salir a la superficie. Un portavoz militar, Daniel Hagari, al ser interrogado por el riesgo de afectar a los rehenes, respondió el jueves que estas acciones se acometen teniendo en cuenta la información de los servicios de inteligencia para evitar dañar a los 128 secuestrados que se estima continúan en la Franja de Gaza.