MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un oficial del Ejército de Israel ha afirmado este miércoles que el presidente de Siria, Bashar al Assad, está detrás del ataque químico del 4 de abril en la localidad de Jan Sheijun, que dejó cerca de un centenar de muertos.
"Es difícil creer que no supo nada del ataque", ha manifestado, resaltando que "usar gas sarín demuestra que está profundamente frustrado", según ha informado el diario local 'Haaretz'.
Asimismo, ha agregado que el Gobierno sirio aún posee "unas pocas toneladas de armas químicas" --que ha cifrado en tres--, pese a que se comprometió a eliminarlo en 2013, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
Siria aceptó en septiembre de 2013 que se destruyera su arsenal químico al completo, en un acuerdo negociado entre Rusia y Estados Unidos. El proceso ha estado supervisado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW).
El presidente sirio, Bashar al Assad, aceptó el plan después de que Washington amenazara con utilizar la fuerza en respuesta al ataque con gas sarín que acabó con la vida de cientos de personas en agosto de ese año a las afueras de la capital, Damasco.
Este mismo miércoles, el director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), Ahmet Uzumcu, ha anunciado que los resultados de los análisis realizados a las muestras de las víctimas del ataque perpetrado el pasado 4 de abril en la localidad siria de Jan Sheijun evidencian de forma "incontrovertible" que se usó gas sarín.
Las muestras biomédicas recogidas de tres víctimas en las autopsias han sido analizadas por dos laboratorios designados por la OPCW y "los resultados indican que estuvieron expuestas a gas sarín o a una sustancia similar". Los resultados relativos a otras siete víctimas, analizados en otros dos laboratorios, han arrojado conclusiones idénticas.
La práctica totalidad de la comunidad internacional ha acusado al Ejército sirio de estar detrás de lo ocurrido, si bien Damasco ha rechazado cualquier responsabilidad.
Damasco ha ofrecido dos posibles explicaciones a las evidencias del uso de gas sarín: que el bombardeo alcanzara un almacén donde los rebeldes guardarían estos arsenales tóxicos o que las armas químicas entraran a Siria de contrabando para aparentar un ataque del Gobierno.
El ataque contra Jan Sheijun, controlada por los rebeldes, llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a ordenar un ataque con misiles de crucero contra una base militar situada en la provincia de Homs (oeste), en el que murieron al menos seis militares.