Tropas de Israel cerca de la zona de amortiguación en los Altos del Golán (archivo) - Europa Press/Contacto/Jamal Awad
El organismo confirma nuevos ataques este martes y un supuesto avance de tropas israelíes hasta un punto a 25 kilómetros de Damasco
MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Israel ha llevado a cabo más de 300 bombardeos contra objetivos en Siria desde la caída del régimen de Bashar al Assad durante la jornada del domingo, según ha indicado este martes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, incluidos nuevos ataques aéreos a primera hora de este martes.
El organismo, con sede en Londres, ha cifrado en 310 el total de bombardeos perpetrados por las fuerzas israelíes desde la huida de Al Assad de Damasco y ha indicado que los últimos bombardeos han sido lanzados contra "empresas de defensa" en Alepo y "almacenes de armas y municiones" en la capital, sus alrededores y la provincia de Hama.
"Israel busca, a través de sus intensificados bombardeos contra territorio sirio, destruir completamente las armas del futuro Ejército sirio", ha manifestado, antes de agregar que también ha habido ataques contra almacenes, aviones, radares, estaciones militares y centros de investigación científica "en la mayoría de las provincias sirias".
El Observatorio ha subrayado que entre las instalaciones atacadas figura un centro de investigación situado cerca de Damasco y supuestamente vinculado al programa de armas químicas de Siria, unas instalaciones situadas en Barzé que ya fueron bombardeadas en 2018 por Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
En este sentido, ha incidido en que todos estos ataques son parte de un intento de "destruir las armas que quedan en los almacenes y las unidades militares que fueron controladas por las fuerzas del antiguo régimen" de Al Assad, quien estuvo al frente del país desde el año 2000, cuando sucedió a su padre, Hafez al Assad, presidente desde 1971.
Fuentes militares citadas por el diario israelí 'The Times of Israel' han confirmado que la Armada ha llevado a cabo una operación a gran escala para destruir la flota siria con ataques contra buques en la bahía de Minet al Beida y el puerto de Latakia, sin que los grupos que han tomado el poder en Siria se hayan pronunciado sobre estos ataques.
El Observatorio ha manifestado además que las tropas israelíes han seguido penetrando en territorio sirio y han llegado a los alrededores de la localidad de Ain al Tina y Ain al Alika, cerca de Hadar y a unos 25 kilómetros de la capital siria, sin que el Ejército de Israel haya confirmado este extremo.
La Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación, también conocida como FNUOS, ya recordó el lunes a Israel que la entrada de sus tropas en la llamada "zona de amortiguación" en los ocupados Altos del Golán es una "violación" del acuerdo de retirada de 1974.
Los Altos del Golán son un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kipur (1973) y que se anexionó de forma efectiva en 1981, un movimiento no reconocido por parte de la comunidad internacional, pese a lo cual el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el lunes que los Altos del Golán "serán siempre una parte inseparable de Israel".
Apenas horas antes, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había ordenado al Ejército completar la consolidación del control de la "zona de amortiguación" creada más allá de los ocupados Altos del Golán y la creación de una zona de seguridad libre de armas estratégicas e "infraestructura terrorista" en el sur de Siria.
Así, reclamó al Ejército que actúe para eliminar "armas estratégicas" presentes en Siria, incluidos misiles tierra-aire, sistemas antiaéreos, misiles de crucero y proyectiles tierra-tierra, para evitar que caigan en manos de grupos que puedan ser hostiles a Israel tras la caída de Al Assad, quien ha huido a Rusia.
La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib y encabezada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha permitido a yihadistas y rebeldes tomar la capital, Damasco, y poner fin al régimen de la familia Al Assad ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán.