JERUSALÉN, 20 Sep. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Israel se ha comprometido a mejorar su coordinación con Rusia para evitar incidentes como el reciente derribo de un avión de vigilancia IL-20 con 15 personas a bordo, aunque ha dejado claro que no cesará sus ataques sobre territorio sirio por razones de seguridad nacional.
El avión ruso sufrió el lunes el impacto de un misil que, como ha reconocido Moscú, fue disparado por los sistemas de defensa sirios. Sin embargo, tanto Moscú como Damasco atribuyen el incidente a la coincidencia con un ataque aéreo israelí sobre la región siria de Latakia.
El jefe de la Fuerza Aérea de Israel se ha desplazado este jueves a Moscú para tratar de rebajar la tensión, después de que en los últimos días las autoridades israelíes hayan expresado su pesar por la muerte de los 15 militares rusos sin reconocer responsabilidad alguna.
El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, ha afirmado en declaraciones a la radio del Ejército que seguirán haciendo "lo que sea necesario para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos", por lo que ha descartado que el del lunes vaya a ser el último bombardeo sobre Siria. En este sentido, ha apelado a la "libertad de acción".
No obstante, el ministro de Educación, Naftali Bennett, ha abierto la puerta a mejorar los "mecanismos" de colaboración con Rusia, en alusión a la línea por la que ambos países se avisan de sus respectivas operaciones para evitar accidentes. Moscú ha asegurado que en el último caso sólo medio un minuto de margen, por lo que el avión ruso se vio atrapado entre dos fuegos.
"Haremos todo lo que podamos para impedir hacer daño a alguien que no queremos", ha prometido Bennett en otra entrevista radiofónica.