JERUSALÉN, 15 Mar. (EDIZIONES) -
Israel decide su nuevo Gobierno en las elecciones del próximo 17 de marzo. Gane quien gane, la posibilidad de mayoría absoluta está descartada. La solución pasará o bien por un gobierno de unidad con los dos partidos más votados, o con una compleja alianza de partidos que unirá, a su pesar, a dispares personalidades. Estos son los principales nombres.
BENJAMIN NETANYAHU
Actual primer ministro de Israel y líder del partido Likud. Netanyahu, de 65 años de edad, persigue un cuarto mandato como primer ministro tras protagonizar una campaña electoral centrada en la amenaza de Irán, que le llevó a protagonizar un polémico discurso frente al Congreso de Estados Unidos en el que denunció las negociaciones entre Washington y la República Islámica sobre el programa nuclear de esta última.
Netanyahu ha intensificado en los últimos meses su política de asentamientos en territorio ocupado, que bloqueó completamente las conversaciones de paz con los palestinos, al margen de dirigir la operación Margen Protector del pasado verano contra la Franja de Gaza, que dejó más de 2.000 palestinos y 66 israelíes muertos.
Netanyahu es el segundo en las encuestas pero los analistas le consideran como la figura más capaz de formar una coalición de Gobierno. De conseguirlo, seguirá en el poder hasta julio de 2019 y se convertirá en el primer ministro más longevo de la historia del país.
ISAAC HERZOG
Colíder de la Unión Sionista de centro izquierda. Forma parte de la sangre azul de la política israelí: hijo de expresidente, nieto de rabino y sobrino de uno de los más importantes ministros de Exteriores de la historia del país.
Herzog, de 54 años, es desde 2013 el líder del partido Laborista. Llegó al Parlamento en 2013 y desde entonces ha desempeñado diferentes cargos ministeriales en varias coaliciones. En campaña se ha aliado con la ex ministra de Justicia Tzipi Livni, a quien cederá el cargo de primer ministro dentro de dos años si se hacen con la victoria en los comicios, como parte del acuerdo alcanzado.
Herzog ha pedido la reactivación de las conversaciones de paz con los palestinos pero, al igual que Netanyahu, es partidario de conservar absolutamente todos los asentamientos en territorio ocupado, lo que con casi toda probabilidad impedirá cualquier tipo de avance con el Gobierno de Ramala.
La Unión Sionista obtendría entre 25 y 26 escaños de la Knesset, el Parlamento de Israel, frente al partido Likud de Netanyahu, que se quedaría con entre 21 y 22 escaños. Este margen de victoria lleva días repitiéndose en las encuestas.
TZIPI LIVNI
Recuperada para la política desde el ostracismo tras alcanzar el acuerdo con Herzog, Livni fue durante mucho tiempo la cara amable de la negociación con los palestinos hasta su despido en septiembre por el propio Netanyahu.
Livni es una opción conciliadora que podría apostar, en el caso de que se convirtiera en primera ministra en, quizás, 2017, por el acercamiento con los palestinos y la regeneración de las deterioradas relaciones con la administración estadounidense.
Además, la Unión Sionista espera aliarse con el partido de ultraizquierda Meretz (cinco posibles escaños) y el secular Yesh Atid (13 posibles escaños). En total, solo necesitaría un apoyo más de cinco o seis escaños para conseguir los 61 y superar el 50 por ciento de escaños necesarios para formar coalición.
YAIR LAPID
De 51 años de edad y protagonista de las elecciones de 2013 al dar el salto de la televisión a la política. Su partido centrista Yesh Atid se convirtió en la segunda fuerza política del país por detrás del Likud de Netanyahu, que le nombró ministro de Finanzas.
Sin embargo, su fracaso a la hora de reducir el alto precio de la vivienda en Israel llevó a su despido en diciembre y a un acusado descenso de su popularidad al inicio de la campaña. No obstante, sus números se han recuperado en los últimos días y podría ser un elemento a tener en cuenta de cara a una coalición, bien de izquierdas o de derechas.
NAFTALI BENNETT
Líder del partido de extrema derecha Hogar Judío. Bennett también protagonizó una exitosa campaña en 2013 al reivindicar la anexión de más de la mitad de Cisjordania y calificar al posible estado palestino de un "suicidio" para Israel.
Bennett, judío practicante de 42 años, ha dirigido su campaña contra las fuerzas moderadas israelíes, a las que acusa de "disculparse" ante el mundo por la existencia de Israel. Ahora mismo es ministro de Economía y se le considera como uno de los favoritos de Netanyahu si gana los comicios.
AYMAN ODEH
Líder de la Lista Árabe Conjunta, la gran esperanza de la minoritaria población árabe israelí --un 20 por ciento de la población israelí, según el último censo--. No es un gran conocido para la mayoría del país pero está ganando apoyo en las encuestas, lento pero seguro.
La LAC supone un hito sin precedentes en la política israelí. Es la primera vez que los cuatro partidos árabes del país se juntan en una coalición que podría esconder la llave para los comicios.
Odeh ha reiterado que no tiene intención de incorporarse a coalición alguna pero sí puede recomendar al actual presidente del país, Reuven Rivlin, que nomine a primer ministro a Herzog en lugar de a Netanyahu.
Más de un 71 por ciento de los árabes israelíes, en este sentido, aceptarían una coalición entre la LAC, que aglutina a los cuatro partidos árabes y podría obtener entre 13 y 15 escaños, y la Unión Sionista. Es decir, se trataría de un acuerdo entre el posible ganador y la posible tercera fuerza del país, que daría voz a los árabes israelíes, el 20 por ciento de la población.
MOSHE KAHLON
Moshe Kahlon, de 54 años, es el líder del partido Kulanu y potencial llave para conseguir un acuerdo. Tal es su importancia, que Netanyahu ha intentado convencerle para que acepte un puesto como ministro de Finanzas si el actual primer ministro vuelve a recibir orden de formar gobierno
"Si me corresponde a mí formar gobierno, Kahlon será parte de la coaliición, independientemente de los escaños que consiga", ha declarado el primer ministro israelí en declaraciones a Radio Israel, consciente de que ningún partido ha conseguido jamás la mayoría absoluta y que el futuro depende de alianzas con otros partidos.
Kahlon, que se hará con diez importantes escaños -- Unión Sionista conseguiría entre 24 y 26, el Likud entre 20 y 22-- según las últimas encuesta se ha pronunciado de forma enigmática sobre la oferta de Netanyahu, que en cierto modo atiende a su petición.
"Me imaginaba que esto iba a suceder", ha declarado Kahlon, quien tampoco ha descartado una coalición con Unión Sionista, "pero cuando solicité el cargo de ministro de Finanzas no lo hice por Netanyahu, sino por el pueblo israelí".