Manifestación del Día de los Presos Palestinos
AMMAR AWAD / REUTERS
Actualizado: lunes, 17 abril 2017 22:20


JERUSALÉN, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades penitenciarias israelíes han respondido con aislamiento de presos, confiscaciones de bienes y otros castigos al comienzo este lunes de una huelga de hambre indefinida de más de 1.600 presos palestinos.

El Comité para los Asuntos de los Prisioneros del Gobierno palestino ha informado de que el Servicio de Prisiones Israelí ha tomado medidas principalmente contra los presos que lideran la acción, como el histórico dirigente palestino Marwán Barghuti, quien fue trasladado desde la prisión de Hadarim a la de Jalama en régimen de aislamiento. El mismo trato que Barghuti han recibido Karim Yunis y Mahmud Abú Srur.

Las autoridades israelíes han anunciado ya que Barghuti "será procesado en un tribunal disciplinario" por un artículo que firma y que publica 'The New York Times' este lunes en el que se informa de la lucha política de los presos palestinos y se especifican las demandas de la huelga de hambre. En concreto, acusan a Barghuti de utilizar a su esposa para sacar el artículo de prisión y hacérselo llegar al periódico neoyorquino.

En el artículo se recogen demandas como el fin de la política de aislamiento, el fin de las detenciones administrativas, la liberación de discapacitados y enfermos terminales, posibilidad de tener libros y periódicos, aire acondicionado en las prisiones más calurosas, acceso a los estudios universitarios o mejoras en el régimen de visitas. Además, denuncia la "negligencia médica" que provoca la muerte de presos palestinos en las cárceles israelíes.

Algunos huelguistas han sido puestos en aislamiento, se les han confiscado posesiones personales y ropas o "se ha convertido sus celdas en celdas de confinamiento". Además, se les ha prohibido a los presos ver la televisión.

También han sido trasladados los huelguistas Muhammad Zawahra, Nasser Ewis y Anas Yaradat, llevados ala prisión de Ela, en la región del desierto del Neguev.

Además, las autoridades israelíes han levantado hospitales de campaña militares en las prisión de Ktziot para tratar a los huelguistas y evitar el traslado de presos a hospitales civiles israelíes.

Los hospitales civiles suelen rechazar la alimentación forzosa de los presos, mientras que sí es una práctica habitual para los sanitarios militares, una práctica respaldada por el Tribunal Supremo a pesar de ir en contra de los Derechos Humanos reconocidos a nivel internacional por considerarlo tortura.

El inicio de la huelga de hambre coincide con la celebración del Día de los Presos Palestinos. Miles de palestinos han salido a las calles para reivindicar a estos presos. Los disturbios más graves se han producido en Belén, en Cisjordania, y cuatro jóvenes han sido detenidos en Ramala también en Cisjordania.

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