JERUSALÉN 26 Oct. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Israel han retirado a su embajador en la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Carmel Shama Hacohen, después de que la agencia adoptara una segunda resolución que desvincula el Monte del Templo, conocido por los musulmanes como la Explanada de las Mezquitas, de la historia del judaísmo.
Según el documento aprobado por el Comité de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en París, el lugar sagrado es únicamente un "sitio de culto para los musulmanes". El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Emmanuel Nahshon, ha indicado que la votación llevada a cabo por la UNESCO constituye "una basura".
"El teatro de lo absurdo continúa", ha señalado el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. "Nosotros decidiremos qué hacer y cuáles serán nuestros siguientes pasos estando cara a cara con esta organización", ha añadido el mandatario.
Durante la reunión que tuvo lugar en París, Hacohen tiró una copia de la resolución a la papelera. "Esto es una negación de la historia y la propia historia será la que rinda cuentas por esta decisión tan embarazosa e insignificante", ha señalado el ministro de Educación israelí, Naftali Bennet.
Por otra parte, las autoridades israelíes desaprobaron hace varias semanas una resolución de la UNESCO que condena la restricción del acceso de los musulmanes a la zona por parte de Israel, que se hizo con el control de la misma en 1967 tras la Guerra de los Seis Días.
El Gobierno israelí considera Jerusalén como la capital del Estado de Israel, una posición que no ha sido reconocida a nivel internacional. Los palestinos reclaman Jerusalén Este como la capital del Estado independiente de Palestina, que también incluiría Cisjordania y la Franja de Gaza.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha informado en un comunicado de que el objetivo de las resoluciones adoptadas por la UNESCO es el de proteger en los lugares sagrados de Jerusalén el derecho a la libertad de culto de todos aquellos que pertenezcan a las principales religiones monoteístas.