JERUSALÉN, 27 Oct. (Reuters/EP) -
Un líder musulmán árabe-israelí, considerado por el Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, una poderosa voz para avivar la ira palestina en la sagrada mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, ha sido sentenciado este martes a once meses de prisión por comentarios que realizó en 2007.
Raed Salá, líder del Movimiento Islámico en el Distrito Norte ha sido condenado por incitar a la violencia, según el Ministerio de Justicia, unos cargos que él niega. Su abogado, Omar Jamayseh, ha informado de que su cliente entrará en prisión el 15 de noviembre y que apelará la sentencia.
"La cárcel no nos asustará y continuaremos defendiendo la mezquita de Al Aqsa", ha asegurado Salá en el tribunal, en el que sus partidarios se han reunido y donde algunos han coreado: "con alma y sangre te redimiremos, Al Aqsa".
El tribunal del Distrito de Jerusalén ha defendido así una sentencia previa, apelada tanto por Salá como por la Fiscalía, en la que fue condenado por haber evocado la imaginería antisemita que se remontaba a la Edad Media.
Salá ha estado previamente en prisión en Israel por roces con la Policía cerca de Al Aqsa y por enviar dinero a palestinos necesitados en Cisjordania y Gaza, que los fiscales israelíes afirmaron que iba a ser utilizado por milicias antiisraelíes.
ILEGALIZACIÓN
Los palestinos están enfadados por lo que consideran la invasión judía del complejo de la mezquita Al Aqsa. El santuario es el tercer lugar sagrado del islam y es venerado en el judaísmo como el sitio de dos templos bíblicos destruidos.
Netanyahu ha asegurado que intentará ilegalizar el partido de Salá por alentar los ataques de palestinos y árabe-israelíes en la ola de violencia que comenzó el 1 de octubre. No obstante, El Movimiento Islámico ha sostenido que todas sus actividades son legales. La medida podría ser tumbada por expertos legales y el Shin Bet, el Servicio de Seguridad Israelí, ha dicho que podría acabar generando más violencia.
El Movimiento Islámico, el cual dirige sus propios servicios religiosos y de educación islámica, ha estado en primera fila de las protestas contra las políticas gubernamentales contra la minoría árabe y los palestinos en los territorios ocupados.