JERUSALÉN, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades israelíes han informado de que todavía no existen pruebas suficientes para llevar a juicio a los sospechosos del atentado cometido por terroristas judíos que costó la vida a tres miembros -- entre ellos un bebé -- de una familia palestina el pasado mes de julio en Cisjordania.
Ayer jueves la Policía israelí comunicó que "varios miembros pertenecientes a un grupo terrorista judío" habían sido puestos a disposición judicial tras un largo interrogatorio criticado tanto por los palestinos, que acusan a Israel de ralentizar deliberadamente el caso, como por los abogados de los acusados, que aseguran que sus clientes han sido objeto de abusos para que confiesen.
En respuesta, el ministro para la Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, ha declarado que los investigadores están trabajando sin descanso para iniciar cuanto antes el proceso. "No hay muchas investigaciones que gocen de una prioridad tan elevada como la que existe sobre los asesinatos de Duma", ha declarado a la radio del Ejército israelí.
No obstante, el ministro ha reconocido que se encuentran ante una tarea difícil debido a las precauciones que tomaron los sospechosos a la hora de presuntamente ejecutar sus planes.
"Se trata de personas que han vivido prácticamente como ermitañas, desconectadas de sus familiares más cercanos y que no se caracterizan precisamente por ir por ahí usando teléfonos móviles", ha indicado en la entrevista recogida por el diario 'Jerusalem Post'. "Es muy, pero que muy difícil hacer confesar a individuos que han sido capaces de eludir la vigilancia del Estado", ha dicho.
El ministro garantizó sin embargo que el Shin Bet, el servicio de seguridad de Israel, "ha efectuado importantes progresos en las últimas meses y estamos haciendo todo lo necesario para recabar pruebas que puedan desembocar en un juicio y condenas".
La muerte del bebé palestino de año y medio Alí Dawabsheh, de su padre y de su madre cuando extremistas judíos arrojaron varios cócteles molotov contra su vivienda ha terminado siendo uno de los prolegómenos más destacados de la actual ola de violencia que se vive en la región.