Actualizado: miércoles, 17 febrero 2016 18:28


ROMA, 17 Feb. (Reuters/EP) -

El Senado italiano ha aplazado este miércoles la votación para garantizar el reconocimiento legal del matrimonio homosexual en el país. El proyecto de ley está generando una fuerte división política dentro de las filas del gobernante Partido Democrático (PD), mientras algunos aliados del primer ministro, Matteo Renzi, pujan por la retirada de una disposición que concede al colectivo derechos de adopción limitados.

El jefe del grupo parlamentario del PD en el Senado, Luigi Zanda, temiendo la posible deserción de diputados católicos del partido, ha propuesto posponer la votación hasta la semana que viene.

La demora marcará "un periodo de reflexión que nos permitirá encauzar los hilos políticos y encontrar el camino de forma ordenada", ha explicado. Este aplazamiento supone un nuevo revés para Renzi, que prometió promulgar la ley el pasado año, pero sus intereses se han visto bloqueados por la fuerte oposición parlamentaria y la influyente Iglesia Católica.

El debate político sobre la cuestión, que se inició el martes durante algunas horas, volverá a celebrarse como pronto el 23 de febrero, según ha informado el presidente del Senado, Pietro Grasso.

RETIRADA DE LAS DISPOSICIONES

La oposición ha centrado su crítica en una disposición que permite a las parejas no casadas adoptar al hijo de su compañero. Los detractores señalan que esta medida podría incitar el uso de los vientres de alquiler, una práctica ilegal en Italia.

Las últimas encuestas señalan que el 70 por ciento de los italianos apoya los matrimonios civiles, de los cuales solo un 24 por ciento están a favor de que se reconozcan derechos de adopción a las parejas homosexuales.

El proyecto de ley ha polarizado a la sociedad italiana. El mes pasado cientos de miles de manifestantes, respaldados por la Iglesia, se concentraron en Roma para protestar contra el matrimonio homosexual. Al mismo tiempo, se han celebrado protestas a favor de la legislación.

Italia es el único país de las grandes potencias occidentales que todavía no ha reconocido el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, quedando desprovisto este colectivo de algunas protecciones legales como los derechos de sucesión.

Renzi, que posee una mayoría ajustada en el Senado, intenta evitar una escisión ideológica dentro de su partido. Si la propuesta de ley es aprobada en la Cámara Alta, deberá someterse a una posterior votación en la Cámara Baja, donde el primer ministro mantiene un respaldo más sólido.

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