ROMA, 19 Jun. (Reuters/EP) -
Los italianos están llamados a las urnas este domingo para decidir las alcaldías de las principales ciudades del país, en una segunda vuelta que supondrá un termómetro a la gestión del primer ministro, Matteo Renzi, y que puede confirmar la alcaldía de Roma para la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S).
El Partido Democrático (PD) de Renzi no obtuvo unos grandes resultados en la primera vuelta, celebrada el 5 junio, y las cuatro ciudades más grandes de Italia están entre las 126 localidades que celebrarán una segunda vuelta este domingo después de que en la primera votación ningún candidato rebasara el 50 por ciento de votos.
La atención se centrará en la capital, Roma, el centro financiero, Milán, y el bastión del PD, Turín, en una jornada a la que están convocados a las urnas 8,6 millones de personas.
En Roma, la candidata de M5S, Virginia Raggi, que ya obtuvo un 35,2 por ciento de lso votos en la primera ronda, puede suceder al PD en la alcaldía. Su campaña dura contra la corrupción y los privilegios de la clase política le puede llevar a convertirse en la primer mujer que gobierna la capital italiana.
Renzi ha asegurado que estas elecciones no frustrarán su coalición de gobierno, que tiene componentes políticos de la izquierda y la derecha, pero unos malos resultados añadirían presión a su partido que ya está dividido por el referéndum del próximo mes de octubre en el que el primer ministro se juega su futuro político.
El test políticamente más significativo para Renzi será Milán, donde apoya al candidato Giuseppe Sala, conocido por ser el organizador de la Expo 2015 en la ciudad italiana. Sala acabó la primera ronda tan solo un punto por encima del rival de centro derecha, Stefano Parisi.
En Turin, el actual alcalde del PD, Piero Fassino, fue el candidato más votado pero encara un desafío inesperado por parte de M5S. En Bolonia, otro bastión de la izquierda, se espera que el PD conserve la alcaldía frente a la xenófoba Liga Norte.
Mientras, Nápoles, el sur del país, es considerada una causa perdida para el PD, ya que su candidato no pasó a la segunda vuelta. La tercera ciudad más grande de Italia le dará un segundo mandato al izquierdista Luigi de Magistris, quien declaró la ciudad como "lugar libre de Renzi".