MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Italia ha practicado este jueves su primer suicido asistido a un hombre de 44 años que llevaba 12 años paralítico tras sufrir un accidente de coche, después de obtener autorización por Tribunal Constitucional italiano el pasado mes de noviembre.
'Mario' --el seudónimo del tetrapléjico que los medios italianos utilizan para referirse al caso-- ha fallecido en la mañana de este jueves en su domicilio tras la administración de una inyección letal, convirtiéndose así en el primer italiano que ha conseguir acceder al suicidio asistido en el país, según ha informado la Asociación Luca Coscioni, una organización que defiende la legalización de la eutanasia.
El procedimiento del suicidio médicamente asistido se ha llevado a cabo bajo la supervisión médica del doctor Mario Riccio, aunque ha sido el propio 'Mario' quien ha puslsado con el único dedo que podía mover una bomba de infusión, inyectado la droga mortal en sus arterias.
"No niego que lamento despedirme de la vida, sería falso y mentiroso si dijera lo contrario porque la vida es fantástica y solo tenemos una. Pero desafortunadamente fue así. He hecho todo lo posible para poder vivir lo mejor posible y tratar de recuperarme al máximo de mi discapacidad, pero ahora estoy agotado mental y físicamente", ha detallado el propio 'Mario' en una carta que compartió antes de su muerte y que ha dado a conocer la Asociación Luca Coscioni.
"No tengo un mínimo de autonomía en la vida diaria, estoy a merced de los acontecimientos, dependo de los demás para todo, soy como un barco a la deriva en el océano. (...) Con la Asociación Luca Coscioni nos defendíamos atacando y atacamos defendiéndonos, hemos hecho jurisprudencia y un pedazo de historia en nuestro país y me siento orgulloso y honrado de haber estado a su lado. Ahora por fin soy libre para volar donde quiera", ha agregado.
Hasta ahora en Italia, las personas que querían morir con suicidio asistidio tenían que ir a Suiza, donde si está permitido. Además, El Vaticano y los partidos de derecha han ejercido una oposición firme durante las últimas décadas sobre cualquier tipo de legislación a la eutanasia.
A pesar de este tipo de presión, en 2021, 1,2 millones de italianos firmaron una petición para forzar un referéndum a favor de la eutanasia, aunque finalmente no se llevó a cabo porque el Tribunal Constitucional de Italia declaró que era la Cámara Baja quien debía de presentar una ley de este tipo.