ROMA/TRÍPOLI, 15 Dic. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Italia ha presentado un plan de 44 millones de euros para ampliar la capacidad de la Guardia Costera de Libia para interceptar migrantes, a pesar de las denuncias de organizaciones de Derechos Humanos sobre el trato abusivo de las autoridades del país norteafricano.
El país europeo ha estado coordinando rescates en la costa de Libia desde 2013. La guardia costera de Italia ha presentado este proyecto, que culminaría en 2020 con un centro de rescate, un proyecto de monitorización de la frontera sur y una ampliación de su área de rescate marítima. Los 44 millones de euros presupuestados proceden de Italia y de la Unión Europea, por lo que se necesita la aprobación del bloque comunitario.
El motivo es el aumento del tráfico de seres humanos, que ha llevado a más de 600.000 personas en los últimos cuatro años a emprender un peligroso viaje por el Mediterráneo sin garantías de seguridad. A menudo, las personas que emprenden estas rutas, son víctimas de terribles condiciones de vida, violaciones, torturas o trabajos forzados.
Los guardacostas libios devuelven a centros de detención en Libia a todos los migrantes, incluidos los refugiados, pero las organizaciones de Derechos Humanos denuncian que están mal entrenadas y las acusan de ser responsables de que 50 personas murieran el mes pasado en un supuesto rescate.
La Guardia Costera de Libia ha estado operando incluso en aguas internacionales, con disparos de advertencia o presionando a organizaciones de rescate, como Médicos sin Fronteras o SOS Méditerranée. Durante el verano, tres organizaciones abandonaron las operaciones de rescate en parte debido a la presión de las autoridades libias.
DENUNCIAS DE ONG
Además, las agrupaciones humanitarias también alertan del peligro de enviarlos de vuelta a Libia, ya que la situación en el país está lejos de resolverse seis años después de la revolución que derrocó a Muamar Gadafi. Gobiernos rivales en el este y el oeste del país se disputan el control y los puertos y playas están en gran parte en manos de grupos armados.
"Del testimonio que escuchamos de los migrantes, sabemos que las personas interceptadas en el mar han vuelto a entrar en el círculo de violencia y encarcelamiento y abuso del que huían", ha dicho la activista de SOS Méditerranée Nicola Stalla, que ha denunciado los abusos que sufren las personas migrantes cuando son devueltas a los centros de detención libios.
Sin embargo, los refugios habilitados en Italia están casi llenos y, con las elecciones acercándose, los políticos de todo el espectro insisten en que se debe detener el flujo procedente del norte de África, lo que ha motivado esta propuesta. "Cada nación tiene derecho de declarar su propia zona y llevar a cabo las operaciones de búsqueda y rescate", ha declarado un portavoz del Ministerio de Defensa de Italia.
Por el momento, Italia ha suministrado a Libia cuatro embarcaciones reacondicionadas y han prometido otras seis, mientras que la UE ha capacitado a unos 220 guardacostas libios.