BEIRUT, 25 Oct. (Reuters/EP) -
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha asegurado este miércoles que las capacidades defensivas del país "no son negociables", en referencia al aumento de presiones por parte del Gobierno estadounidense sobre el programa de misiles balísticos de Teherán.
Las relaciones entre Irán y Estados Unidos se han deteriorado desde que el actual presidente norteamericano, Donald Trump, juró su cargo. El último revés diplomático se produjo hace dos semanas, cuando el mandatario decidió no certificar que Teherán había cumplido con el pacto nuclear firmado en 2015 y amenazó con retirarse del mismo.
La decisión de Trump ha puesto a Estados Unidos en contra del resto de firmantes del acuerdo --Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia, China y la Unión Europea-- que alegan que Washington no puede cancelar de manera unilateral un acuerdo multilateral incluido en una resolución de Naciones Unidas.
Irán ha reaccionado de forma desafiante y ha rechazado las demandas de Trump de endurecer las condiciones sobre el programa nuclear. La semana pasada, la Guardia Revolucionaria de Irán, el cuerpo de élite de las fuerzas de seguridad, aseguró que aceleraría su programa de misiles balísticos a pesar de las presiones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea para que lo suspendan.
"Las capacidades de defensa y la fortaleza de nuestro país no son negociables ni se pueden regatear", ha dicho Jamenei durante una ceremonia en una academia de oficiales en Teherán.
Los continuos cruces de acusaciones que se han producido por parte de los líderes de ambos países en los últimos meses ha aumentado los temores ante un posible enfrentamiento militar. En los últimos meses, varias embarcaciones de la Guardia Revolucionaria iraní han navegado cerca de buques de guerra norteamericanos en el golfo Pérsico, provocando que los militares norteamericanos disparasen tiros de advertencia.
El 14 de julio de 2015, el conocido como Grupo 5+1 --integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania-- suscribió con Irán un acuerdo para restringir su programa nuclear a cambio de levantar las sanciones económicas vigentes desde hace años. Sin embargo, las tensiones entre Teherán y Washington se mantienen y ambas partes se acusan de violar mutuamente lo pactado en el marco del PIAC.