MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Gambia Yahya Jammé, que gobernó con puño de hierro durante 22 años, quiere volver al país africano desde su exilio en Guinea Ecuatorial, algo que el Gobierno actual de su sucesor, Adama Barrow, le ha pedido que no haga por motivos de seguridad.
Este fin de semana se ha filtrado una conversación telefónica entre el antiguo mandatario, que llegó al poder tras un golpe de Estado en 1994, y un dirigente de su partido, en la que Jammé expresa su apoyo a la manifestación convocada para este jueves en apoyo a su regreso al país. "No quiero ninguna violencia y no quiere que nadie toque o destruya nada", son las palabras de Jammé, según la BBC.
Asimismo, defiende su derecho a regresar al país, argumentando que así está estipulado en el acuerdo de enero de 2017 por el que accedió a partir al exilio tras perder las elecciones presidenciales del mes anterior y facilitado por la ONU, la Unión Africana y la Comunidad de Estados Económicos de África Occidental (CEDEAO), que envió tropas a suelo gambiano.
Dicho acuerdo, según la BBC, estipula que Jammé debía abandonar "temporalmente" Gambia y que tenía libertad para regresar al país "en cualquier momento, conforme al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y sus derechos como ciudadano de Gambia y como antiguo jefe de Estado".
Ousman Rambo Jatta, líder interino de la Alianza Patriótica para la Reorientación y la Construcción (APRC) de Jammé, no ha querido aclarar a la BBC cuándo podría regresar al país el antiguo mandatario. "Está de camino... podría estar aquí en cualquier momento", ha señalado. Según la cadena británica, Jammé sigue aún en Guinea Ecuatorial.
Así las cosas, el portavoz del Gobierno, Ebrima Sankareh, ha dicho que desconoce a "qué documento" se refiere Jammé y ha subrayado que el presidente Barrow nunca firmó un acuerdo de ese tipo. Si regresa sin permiso, ha advertido en declaraciones a la BBC, "el Gobierno gambiano no puede garantizar su integridad y seguridad".
Los supuestos planes de retorno de Jammé se producen en un momento delicado para Barrow, presionado por un sector de la coalición que le aupó al poder para que abandone el cargo el próximo 19 de enero. Para sustentar su petición, esgrimen que Barrow fue candidato de consenso de la oposición con la condición de que no cumpliera su mandato íntegro de cinco años y renunciara al tercer año, llevando al país a elecciones.
El pasado 16 de diciembre, miles de personas participaron en una protesta en Banjul convocada por el movimiento 'Three Years Jotna', el cual entregó al presidente al término de la misma una petición para que presente su dimisión y convoque elecciones, dándole de plazo hasta el 19 de enero, cuando se cumplen tres años de su llegada al poder. De no obtener respuesta, han amenazado con nuevas movilizaciones.
Barrow se ha negado por el momento a acceder a estas peticiones y, en su pulso particular con su antigua formación, el Partido Demócrata Unido (UDP), ha creado su propio partido. Así, el pasado 31 de diciembre la Comisión Electoral anunció que había quedado registrado el Partido Nacional del Pueblo, con Barrow como su secretario general interino, tras cumplir con todos los requisitos previstos por la ley.