TOKIO, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Japón abogará en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por imponer nuevas sanciones a Corea del Norte, tras el lanzamiento de un misil balístico de medio alcance que tuvo lugar el pasado domingo, según ha informado el portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga.
"De nuevo tendremos que debatir las sanciones", ha dicho Suga en la rueda de prensa que ha ofrecido este lunes, si bien ha subrayado que la decisión final corresponde al máximo órgano ejecutivo de la ONU, de acuerdo con la agencia de noticias Kiodo.
Suga ha aprovechado para hacer un llamamiento a China, el principal aliado internacional de Corea del Norte, para que aumente su presión sobre el régimen de Kim Jong Un. "El papel de China es extremadamente importante", ha recalcado.
El Consejo de Seguridad se reunirá este lunes en una sesión extraordinaria para abordar el último desafío norcoreano, a petición de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, cuyos gobiernos han acordado cooperar para frenar la escalada militar de Pyongyang.
En la madrugada del domingo (hora española), Corea del Norte lanzó el 'Pukguksong-2', "un nuevo sistema de armas estratégicas" con combustible sólido que "mejora la movilidad y operatividad" del armamento balístico con el que cuenta la nación asiática.
KCNA, agencia de noticias oficial de Corea del Norte, ha asegurado que el líder del país, Kim Jong Un, estuvo presente durante la prueba balística, e incluso "guió personalmente los preparativos". Además, ha afirmado que fue "un éxito".
En las últimas semanas, expertos internacionales habían avisado de que varias imágenes obtenidas por satélite demostraban que el Ejército norcoreano estaba trasladando piezas pertenecientes a un posible misil de largo alcance.
Corea del Norte lleva desarrollando durante años este tipo de misil pero todas las pruebas han resultado fallidas excepto una, realizada el pasado 22 de junio y que Estados Unidos y Corea del Sur reconocieron como un "éxito parcial".
El Gobierno de Kim Jong Un justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.