Las Fuerzas de Autodefensa de Japón, en unas maniobras
YUYA SHINO / REUTERS
Actualizado: viernes, 18 septiembre 2015 21:30

Abe asegura que el cambio es necesario para proteger vidas y "prevenir guerras"

TOKIO, 18 Sep. (Reuters/EP) -

La Cámara Alta del Parlamento de Japón ha aprobado un paquete de leyes en materia de seguridad que permitirá al país desplegar fuerzas militares en el exterior por primera vez desde 1945, con capacidad para combatir en aplicación del conocido como principio de defensa propia colectiva.

La aprobación de esta normativa es uno de los principales puntos del programa político del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, que quiere rebajar los límites al empleo de la fuerza que impone la Constitución que tiene el país.

El jefe del Gobierno nipón ha asegurado que este cambio en la política de seguridad y defensa --el mayor que realiza el país desde la creación de sus Fuerzas Armadas en 1954-- es esencial para afrontar desafíos actuales como el auge de China.

El 'premier' ha subrayado que esta normativa "es necesaria para proteger las vidas de las personas y el modo pacífico de vida, así como para prevenir guerras". "Quiero continuar explicando las leyes con tenacidad y cortesía", ha explicado, en declaraciones a la prensa tras la aprobación del paquete legislativo.

Las leyes, ya ratificadas por la Cámara Baja del Parlamento, han sido sometidas a votación por la Cámara Alta a primera hora de este sábado a pesar de los intentos de los partidos de oposición para bloquear la votación presentando mociones de censura contra el Gobierno en la Cámara Baja. Todas las mociones han sido rechazadas.

El punto clave de esta legislación es el denominado principio de defensa propia colectiva, que contempla defender a países socios como Estados Unidos si son atacados, en los casos en los que Japón afronte "una amenaza a su supervivencia".

La normativa ha provocado multitudinarias manifestaciones protagonizadas por ciudadanos que consideran que esta legislación incumple la Carta Magna y temen que implique a Japón en conflictos liderados por Estados Unidos.

Miles de manifestantes se concentraron cerca del Parlamento el miércoles contra las "leyes de guerra" y reclamando la dimisión de Abe y este jueves han vuelto a concentrarse.

La iniciativa pone fin al veto al principio de "defensa propia colectiva", que ampara la posibilidad de ayudar a un país amigo que esté siendo atacado, y permitirá a Japón implicarse en operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU o responder a contenciosos de baja intensidad como los conflictos de soberanía que mantiene Japón con países como China, Corea del Sur o Rusia.

Sin embargo, el propio Abe ha descartado intervenciones a mayor escala con envío de tropas para operaciones multilaterales como la guerra de Irak de 1990-91 o la invasión de Irak de 2003.

Desde la derrota de Japón en 1945 las tropas japonesas no han entrado en combate, pero los sucesivos gobiernos nipones han ido desplazando a su conveniencia los límites impuestos por la Constitución primero para habilitar un Ejército y después para implicar a Japón en operaciones no bélicas en el extranjero.

Los conservadores defienden que la renuncia a la guerra recogida en el Artículo 9 de la Constitución es un exceso que restringe el derecho a la defensa propia y que la pujanza de China obligan a flexibilizar estas políticas. De hecho, esta postura fue la que permitió a Abe volver a la jefatura del Gobierno en las elecciones de diciembre de 2012.

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