NAIROBI, 17 Abr. (Reuters/EP) -
Japón ha comenzado este lunes a retirar sus tropas de la misión de Naciones Unidas desplegada en Sudán del Sur, a pesar de que la violencia en el país continúa a la orden del día entre las tropas del presidente sursudanés, Salva Kiir, y su rival político, Riek Machar, dando lugar a una matanza que algunas ONG han llegado a calificar de genocidio.
El contingente militar japonés, formado un total de 230 efectivos, lleva desplegado en la capital sursudanesa, Yuba, desde hace más de cinco años. Su actividad se ha centrado en ayudar en la construcción de infraestructuras.
"El primer grupo se va hoy", ha dicho Daniel Dickinson, portavoz de la misión de paz de Naciones Unidas en Sudán del Sur, denominada UNMISS. De acuerdo con Dickinson, el contingente japonés se irá del país en tres vuelos diferentes. El grupo que ha dejado este lunes Sudán del Sur contaba con 68 miembros.
La violencia en Sudán del Sur lleva desde 2013 dejando tras de sí miles de muertos y millones de desplazados internos.
El conflicto comenzó después de que el presidente Kiir expulsase a Machar de su Gobierno. En 2015, un acuerdo de paz puso fin a la violencia y Machar fue restituido de su puesto como vicepresidente. No obstante, la extrema rivalidad que existe entre los dos líderes y sus seguidores acabó estallando en nuevos combates el pasado mes de julio.
Los episodios de violencia en la región de Ecuatoria del Sur han aumentado de sobremanera en los últimos meses. Los supervivientes hablan de redadas militares sobre sus pueblos en los que prácticamente todos los habitantes han muerto tiroteados por los militares.