MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Japón ha designado el terremoto de magnitud 7,6 en la escala abierta de Richter que sacudió el 1 de enero la costa oeste del país como un "desastre de gravedad extrema", tras la muerte de al menos 213 personas por el seísmo, que causó una gran destrucción en la prefectura de Ishikawa.
El Ejecutivo de Fumio Kishida busca así expandir su apoyo económico a las autoridades locales para abordar las tareas de reconstrucción de carreteras y otra infraestructura destruida por el terremoto, que dejó además más de 50 desaparecidos.
Asimismo, las autoridades de Ishikawa han anunciado este mismo jueves la puesta en marcha de un organismo que estará encargado de aplicar medidas para evitar la propagación de enfermedades infecciosas en los centros de evacuación, según ha informado la agencia japonesa de noticias Kiodo.
El Ministerio de Sanidad japonés ha explicado que hasta el momento se han detectado 70 personas con enfermedades respiratorias, incluidas la COVID-19 y la gripe, así como 40 casos de enfermedades gastrointestinales por norovirus en estas instalaciones.
Alrededor de 25.000 personas se encuentran en estos momentos en cerca de 400 centros de evacuación en Ishikawa, mientras que las autoridades trabajan para trasladar a los evacuados a hoteles y otros alojamientos mejor preparados ante las condiciones climatológicas del invierno.
Por otra parte, cerca de 3.100 personas siguen aisladas debido a los daños sufridos por las carreteras, principalmente en Wajima, mientras que cerca de 60.000 viviendas en esta localidad y Suzu siguen sin suministro de agua.
El Gobierno de Japón aprobó el martes destinar 4.740 millones de yenes (unos 30 millones de euros) de los fondos de reserva para ayudar a los damnificados por el seísmo y prevé revisar también el borrador presupuestario del próximo ejercicio fiscal, que comienza en abril, para sufragar gastos de reconstrucción.