TOKIO, 21 (EUROPA PRESS)
El ministro de Defensa japonés, ha presentado una queja formal al jefe de las fuerzas militares estadounidenses en Okinawa, el teniente general Lawrence Nicholson, por el caso de un trabajador civil de la base de Kadena que habría confesado la violación y el asesinato de una joven.
El sospechoso, un antiguo 'marine' de 32 años, Kenneth Franklin Shinzato, esta detenido desde el jueves tras protagonizar este caso que ha desatado de nuevo la ira de los vecinos de la zona, informa la agencia de noticias japonesa Kiodo.
Shinzato habría confesado haber violado y asesinado a una joven de 20 años, han revelado fuentes de la investigación. Después se deshizo del cadáver. Rina Shimabukuro llevaba desaparecida desde finales de abril.
El secretario de Defensa estadounidense, Ash Carter, ha llamado a su homólogo nipón, Gen Nakatani, para expresar su pesar por el incidente y "trasladar sus más sinceras disculpas a la familia y amigos de la víctima", ha explicado un portavoz del Pentágono, Peter Cook. Además, ha expresado la disposición del Departamento de Defensa a cooperar en la investigación y para evitar incidentes similares en el futuro, informa Reuters.
El incidente ocurre apenas unos días antes de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Japón, donde participará en la cumbre dle G-7 y visitará la ciudad de Hiroshima, bombardeada por Estados Unidos poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial.
La isla de Okinawa fue el único escenario de combates por tierra entre Estados Unidos y Japón durante la II Guerra Mundial en 1945, por lo que la presencia norteamericana en su territorio recuerda a los japoneses no solo su derrota, sino también los numerosos testimonios que acusaron a las fuerzas estadounidenses de violaciones y otros abusos contra la población.
En la actualidad, los residentes de la isla asocian directamente la presencia estadounidense con ruido, polución y crimen, ya que son frecuentes las agresiones de estadounidenses a jóvenes e incluso menores japonesas. Además, las movilizaciones contra la presencia de la base han llegado a afectar políticamente al Gobierno japonés.
Este mismo año un militar destinado en Okinawa fue detenido por la violación de una mujer. El incidente más grave fue la violación de una niña de 12 años por tres militares estadounidenses en 1995.