NUEVA YORK, 31 Ago. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Japón han instado este miércoles a Estados Unidos a presentar un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tras el último lanzamiento de un misil norcoreano.
Según varios diplomáticos, las sanciones tendrían como objetivo restringir el número de trabajadores norcoreanos en el extranjero, así como los suministros de petróleo y las exportaciones de textiles, que supone uno de los principales sectores de la economía norcoreana.
Estados Unidos se encarga generalmente de presentar los borradores de las resoluciones sobre el aumento de las sanciones contra Pyongyang después de reunirse con el Gobierno de China, aliado de Corea del Norte en la región. Una vez llegan a un acuerdo, el borrador es presentado ante los otros trece miembros del consejo.
Aunque el Consejo de Seguridad de la ONU condenó este martes el "indignante" lanzamiento de un misil norcoreano de medio alcance sobre Japón, ninguno de los quince miembros que lo conforman aludieron entonces a un incremento de las sanciones contra el país asiático.
Las autoridades norcoreanas, por su parte, han asegurado que el disparo del proyectil ha tenido lugar como respuesta a los ejercicios militares llevados a cabo por Corea del Sur y Estados Unidos en las inmediaciones de la península de Corea.
El embajador de Japón ante la ONU, Koro Bessho, ha manifestado que Tokio busca una "resolución dura" sobre la situación. "Desde luego que vamos a discutirlo con Estados Unidos", ha aseverado Bossho durante una rueda de prensa.
Algunos diplomáticos han resaltado las circunstancias excepcionales del último lanzamiento. "Es el momento de considerar imponer más sanciones contra Corea del Norte dado que las medidas impuestas hasta el momento no han disuadido en absoluto al Gobierno norcoreano", ha insistido el embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft.
"Una de las cosas que podemos hacer es restringir el trabajo de norcoreanos en el extranjero para evitar que entre más dinero en el país a través de los ciudadanos que se encuentran fuera", ha añadido en clara alusión a los más de 70.000 norcoreanos que se estima que trabajan en otros países.
Varias ONG han denunciado en reiteradas ocasiones que Pyongyang ha obligado a unas 50.000 personas a trabajar en terceros países, principalmente en China y Rusia.