TOKIO 22 Ago. (Reuters/EP) -
Japón ha presentado este sábado una protesta por la visita del primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, a una de las cuatro islas del Pacífico que permanecen en disputa, un hecho que eleva las relaciones entre ambos países.
Japón y Rusia reclaman su jurisdicción sobre las islas Kuriles del Sur, conocidas en Japón como los Territorios del Norte, anexionados por la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial.
Después de la visita de Medvedev a la isla Iturup, que ha tenido lugar este sábado, un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores japonés ha presentado una protesta ante el embajador ruso en Japón, Evgeny Afanasiev, a través de una llamada telefónica, según ha informado el ministerio japonés.
Asimismo, el canciller japonés, Fumio Kishida, retrasará una visita a Rusia que se estaba programada para finales de agosto, según informa la prensa local, que no aporta más detalles al respecto.
Este viaje de Medvedev puede tener un impacto negativo en las relaciones entre Rusia y Japón, que habían estado buscando concretar de cara a este mismo año un encuentro entre presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para acercar posturas, según detalla la agencia de noticias Kyodo.
CONFLICTO DESDE 1945
El conflicto de las islas se remonta al año 1945. Japón reclama las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, en el extremo suroeste del archipiélago, invocando el Tratado bilateral sobre comercio y fronteras de 1855.
Las islas se encuentran justo al sur de la península de Kamchatka, en el extremo este ruso, a unos 7.000 kilómetros de Moscú. Kunashir, en el extremo sur de la cadena de islas y en la que ha aterrizado este martes Medvedev, se encuentra a solo quince kilómetros de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón.
Al término de la II Guerra Mundial, en 1945, las islas fueron entregadas a la desaparecida URSS en virtud de acuerdos internacionales. En su calidad de sucesora legal de la URSS, Rusia confirmó su soberanía sobre las islas en cumplimiento de un marco jurídico que Moscú considera legítimo desde todos los puntos de vista.
Tokio, a su vez, insiste en que las islas son "territorios del norte de Japón" y ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, pendiente desde el final de la II Guerra Mundial, a la recuperación de las cuatro islas.