TOKIO, 28 Nov. (Reuters/EP) -
Japón ha decidido retomar la caza de ballenas en el océano Antártico a finales de marzo, después de una interrupción provocada por una decisión del Tribunal Internacional de Justicia, por lo que la vuelta a la práctica de esta actividad se espera que genere una reacción negativa a nivel internacional.
En marzo del año pasado, el Tribunal Internacional de Justicia ordenó la detención de esta actividad de caza por parte del país nipón, que la realiza desde hace décadas, impulsando a Tokio a cancelar la mayor parte de la caza para la temporada 2014-2015.
No obstante, la Agencia de Pesca nipona ha anunciado este viernes a la Comisión de Caza de Ballenas Internacional (IWC, por sus siglas en inglés) que Japón retomará esta práctica para la campaña 2015-2016, aunque con un plan revisado. Este nuevo plan prevé un recorte en el número de ejemplares de ballena enana que se podrán cazar en dos tercios, hasta los 333, una cifra "científicamente razonable", según ha indicado la agencia en un documento firmado junto a la IWC.
La caza de ballenas está prohibida a nivel internacional desde 1986, pero países como Noruega, Islandia y otros países continúan practicándola a pequeña escala, mientras que Japón se amparó en una normativa de la década de 1940 para seguir con esta actividad. En los últimos 20 años unas 10.000 ballenas han muerto a manos de los balleneros japoneses supuestamente para fomentar la investigación sobre estos cetáceos.
Asimismo, Japón mantiene desde hace tiempo que la mayoría de especies de ballenas no están en peligro de extinción y que comer estos animales es parte de su cultura alimenticia.