MADRID, 20 Jun. (Por Daniel Ureña, presidente de The Hispanic Council) -
El pasado lunes Jeb Bush comenzó oficialmente su candidatura como candidato a la Presidencia de Estados Unidos. Lo hizo en el Miami Dade College, una de las principales universidades del país, acompañado por su familia, por su equipo y por miles de simpatizantes que lo arroparon durante el pistoletazo de salida de su candidatura.
Jeb Bush es uno de los doce candidatos del Partido Republicano para ocupar el Despacho Oval a partir de enero de 2017. Una lista que incluye senadores, gobernadores, ex militares, empresarios y médicos.
A pesar de las diferentes experiencias políticas y procedencias, de todos los candidatos republicanos, cuatro de ellos lideran las encuestas: Bush, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker (quien todavía no se ha presentado de manera oficial), el neurocirujano conservador de origen afroamericano Ben Carson y el senador Marco Rubio, de origen hispano y, hasta el momento, el candidato más joven para las próximas elecciones.
Sin embargo, otros ocho candidatos también participarán en las primarias si el presupuesto y los apoyos, tanto políticos como sociales, finalmente se lo permiten. Los dos primeros en lanzar de manera oficial sus candidaturas a la Presidencia fueron los senadores Ted Cruz y Rand Paul. El primero, hispano y el segundo, libertario.
También se unió a la carrera Carly Fiorina, la única mujer candidata en el bando republicano, el exgobernador de Nueva York George Pataki y el senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham.
Repiten por segunda vez como candidatos presidenciales el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, el exsenador Rick Santorum y el exgobernador de Texas Rick Perry. Y la lista la ha cerrado por ahora esta semana el multimillonario Donald Trump, que ya ha generado gran polémica y acaparado todos los titulares de los diarios por lanzar un mensaje xenófobo contra la comunidad mexicana en su discurso de presentación.
RIVAL DE HILLARY CLINTON
El nombre que salga de las disputadas primarias republicanas tendrá que enfrentarse, muy posiblemente, a Hillary Clinton, la gran favorita del Partido Demócrata.
Sea cual sea finalmente el nominado, el Partido Republicano tendrá que hacer frente a los cambios demográficos en los que vive inmerso el país, caracterizados por la creciente influencia de los hispanos, así como la llegada a la edad adulta de los llamados "millenials", los jóvenes nacidos después de 1980, que pueden contribuir a cambiar el perfil ideológico de Estados Unidos.
PUNTOS FUERTES DE BUSH
Frente a sus adversarios, Jeb Bush ofrece un perfil moderado y pragmático que puede servirle para conectar con los votantes menos ideologizados. Otro de los puntos fuertes de su candidatura es su intensa vinculación con el mundo hispano. Casado con una mexicana, Columba Bush, Jeb Bush domina el español, al igual que sus hijos, y durante sus mandatos como Gobernador ha sabido granjearse el cariño de muchos hispanos.
Ahora, esta comunidad tendrá un peso decisivo en las elecciones y por ello ya estamos viendo cómo su campaña emplea muchos mensajes en español, en la línea de que Estados Unidos es un país de inmigrantes y que "todos tienen derecho a vivir el sueño americano".
Esta idea se asemeja a la estrategia seguida por su hermano George W. tanto en 2000 como en 2004, que tan buenos resultados le dio. Posteriormente, los estrategas demócratas de Barack Obama en 2008 y 2012 diseñarían sus campañas de voto hispano utilizando estos mismos patrones.
Cuatro años después, el contexto político es diferente y los desafíos del nuevo inquilino de la Casa Blanca también han cambiado. El tiempo dirá si la propuesta de Jeb Bush basada en su experiencia como gobernador, sus principios conservadores y su talante pragmático son suficientes para ganar esta larga carrera.