Trabajos de búsqueda y rescate en la ciudad siria de Alepo tras los terremotos en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria - Khalil Hamlo/dpa
MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, ha reclamado este viernes desde la ciudad siria de Alepo (norte) un acceso "total" a la ayuda humanitaria a "todas las zonas" afectadas por los terremotos registrados el lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera común.
"Es imperativo que tengamos un acceso humanitario total a todas las áreas afectadas. La acción humanitaria no debe ser interrumpida. Es una oportunidad vital para despolitizar la ayuda", ha manifestado Spoljaric, que ha hecho hincapié en que "salvar vidas debe ser la prioridad colectiva".
"Es difícil encontrar palabras para describir el nivel de pérdida, sufrimiento y destrucción que hemos visto y sobre el que hemos escuchado. Mi corazón está con todos los que han perdido a seres queridos en Siria y Turquía", ha manifestado Spoljaric, antes de subrayar que "el hecho de que este terremoto haya tenido lugar en una región destrozada por la guerra es nada menos que una catástrofe".
Así, ha indicado que "la gente está agotada y asustada" y ha manifestado que "su resiliencia ha quedado desmenuzada tras años de conflicto". "En muchos lugares como Alepo la gente acababa de empezar a volver a casa para reconstruir sus vidas. Ahora tienen que sobrevivir bajo temperaturas heladoras y sin nada", ha lamentado.
"Los servicios básicos necesarios para mantener el agua potable, la calefacción, la atención médica y la electricidad eran extremadamente débiles antes del terremoto. La situación humanitaria es aún más grave a día de hoy", ha sostenido, al tiempo que ha añadido que el CICR "hará todo lo posible para apoyar a la gente, sean quienes sean y allá donde estén".
Spoljaric ha rendido además tributo a "voluntarios y equipos de rescate" que trabajan "día y noche" para "salvar vidas". "Sus esfuerzos continuados para ayudar a la gente golpeada por este desastre y los impactos de los años de conflicto son notables".
Por su parte, la directora de Incidencia y Comunicación de Save the Children en Siria, Kathryn Achilles, ha manifestado que "la situación en el noroeste de Siria no se parece a ninguna otra crisis en el mundo en estos momentos". "Desde la pérdida de familiares y hogares hasta la falta de alimentos y agua potable, los efectos de este desastre han afectado a todas y cada una de las niñas y niños", ha afirmado.
En este sentido, ha destacado que el convoy de ayuda humanitaria de Naciones Unidas que llegó el jueves a la zona "proporcionará asistencia vital a niños, niñas y familias desesperadas, pero estos suministros son sólo la punta del iceberg de lo que se necesita". "Se necesitan más esfuerzos para garantizar que todos los menores de edad reciben la asistencia que necesitan desesperadamente", ha explicado.
Anuar, un trabajador humanitario de una organización con la que colabora la ONG en el noroeste de Siria, ha resaltado que la situación en Idlib es "trágica". "La necesidad es inmensa y supera las capacidades actuales de las organizaciones humanitarias sirias locales en el norte de Siria", ha destacado.
"Esperamos que todo el mundo siga prestando ayuda para apoyar a las muchas familias que siguen en la calle, ya sea en Idlib o en las ciudades de los alrededores. Esperamos que las organizaciones internacionales y la comunidad internacional nos ayuden a superar esta crisis, este desastre, y nos ayuden a traer maquinaria pesada, a ayudar a los que siguen atrapados bajo los escombros, a ayudar a los que siguen vivos y a proporcionarles asistencia médica", ha valorado.
Sobre la situación en territorio turco, la coordinadora del Equipo de Respuesta de Emergencia de Save the Children en Turquía, Berna Koroglu, ha destacado que la ciudad de Antioquía "ha sido aniquilada por los terremotos". "La gente con la que nos reunimos nos dice que no les queda nada en la ciudad y que sólo quieren marcharse", ha relatado.
"Duermen en coches o en refugios improvisados, no hay aseos ni agua corriente. Sin retretes, la gente no tiene más remedio que hacer sus necesidades al aire libre, lo que puede provocar enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, la fiebre tifoidea o la disentería, que son especialmente mortales para los niños y niñas", ha dicho.
"Las regiones afectadas necesitan urgentemente ayuda humanitaria. La comunidad internacional debe hacer todo lo posible para apoyar los esfuerzos humanitarios locales, con el fin de evitar que se produzca un segundo desastre humanitario", ha zanjado.